Una esteticista de un centro de depilación de Zaragoza ha pagado 9.500 euros a una clienta tras ocasionarle quemaduras con un tratamiento destinado a eliminar el vello en las piernas. El juzgado de lo Penal número 4 de Zaragoza ha condenado a la acusada como responsable de una falta de lesiones imprudentes con una multa de 75 euros para el Estado tras haber abonado ya previamente los citados 9.500 euros como indemnización.

La paciente, de 40 años, acudió en marzo del 2012 a la primera sesión de depilación, en la que sí le hicieron una prueba de piel previa al inicio del tratamiento de vello sin ningún tipo de problemas. En la segunda cita en el centro, que tuvo lugar en noviembre de ese mismo año, una esteticista distinta a la anterior no procedió a realizar el test de piel.

A partir de ese momento, la clienta empezó a notar molestias y, tras el tratamiento en la parte delantera de las piernas, decidió no continuar con la parte trasera, pues el dolor ya le era "insoportable", según apuntó el letrado Ricardo Agóiz, especialista en derecho sanitario y adscrito a los servicios jurídicos de El Defensor del Paciente que ha tramitado la defensa de este caso.

En el centro de depilación, al ver las quemaduras de la denunciante, le dieron un bote de aloe vera, una pomada y le indicaron que se metiera en la bañera con agua. Sin embargo, "el dolor y la quemadura aumentaron", según su abogado, y la clienta acudió al servicio de urgencias de un hospital para iniciar un tratamiento en el servicio de Dermatología.

Todo ello supuso un período de estabilización de 122 días y un perjuicio estético en la clienta de 40 años de 6 puntos. En la actualidad, según apuntó su letrado, la afectada continúa con el tratamiento iniciado en el hospital sanitario y, desde el día de los hechos, no puede exponerse al sol.