Uno de los dos jóvenes encarcelados por la agresión a machetazos que sufrió un joven en el paseo Las Damas de Zaragoza, la madrugada del pasado 5 de octubre, quedó en libertad provisional ayer por la tarde. Los magistrados de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Zaragoza no ven acreditada por el momento la participación directa de Enrique S. J. en el apuñalamiento, en el que la víctima sufrió dos cortes de tres y un centímetro y medio de profundidad en la clavícula y el cuello.

Al tratarse de una zona vital, próxima a la yugular o la arteria carótida, el caso se instruye como tentativa de homicidio y el que hasta ahora aparece como responsable de los machetazos, Jefferson R. C., sí continuará en prisión. Los magistrados consideran que, por las pruebas que ha reunido hasta el momento el Juzgado de Instrucción número 5 de Zaragoza, los hechos serían juzgados como intento de homicidio o como mínimo como un delito de lesiones con instrumento peligroso. Las penas serían en cualquier caso superiores a dos años, con lo que se justifica que Jefferson --con un amplio historial delictivo, por otro lado-- continúe en prisión.

El caso de Enrique, sin embargo, es distinto. Como argumentó su abogada, Elena Mainar, de las declaraciones de las víctimas y de los detenidos, pertenecientes a la banda latina Dominican Don't Play --los dos citados y un tercero, Maykon R. F., que quedó en libertad desde un principio-- no se puede asegurar que diera ningún machetazo. Al parecer sí persiguió a dos de los amigos de la víctima "con ánimo, al menos de lesionar", pero esto se puede juzgar más adelante. Tendrá que cumplir las medidas de vigilancia que le imponga el juez.

POR DAR FUEGO La agresión se produjo, según lo investigado hasta ahora, cuando Maykon le pidió fuego a la víctima, y este le reprochó que no le diera las gracias cuando le devolvió el mechero.

Se inició entonces una discusión en la que Enrique acorraló al dueño del mechero en un portal, mientras sus amigos iban a perseguir a los del otro. Le arremetió con un machete de grandes dimensiones hasta que consiguió darle dos tajos en el hombro y en el cuello. La víctima necesitó doce puntos de sutura solo en uno de los cortes.

El juez continuará con las tomas de declaración en el caso, aunque por el momento ha rechazado practicar los careos pedidos por una de las defensas.