La Guardia Civil ha detenido a diez personas en Zaragoza, Madrid y Estepona, e investigado a una más como presuntos integrantes de una organización criminal especializada en dar vuelcos a otras bandas que trafican con sustancias estupefacientes haciéndose pasar por policías.

Durante la operación se han intervenido más de dos kilogramos de cocaína y realizado tres registros en domicilios de los detenidos, donde se hallaron multitud de efectos vinculados a la actividad delictiva que desarrollaban.

La investigación se inició a mediados de febrero a raíz de la denuncia de una pareja de origen dominicano que aseguraba haber sufrido amenazas y agresiones por tres personas que se habían identificado como agentes de la UCO para realizar un «registro policial» por un supuesto tráfico de drogas y que les habían conminado a no comunicar el hecho.

La investigación permitió determinar que los autores pertenecían una organización criminal asentada en Madrid y especializada en sustraer sustancias estupefacientes a otros grupos criminales mediante el denominado vuelco, consistente en simular actuaciones policiales mediante el uso de violencia y armas.

El día 2 de abril la Guardia Civil detuvo in fraganti a cuatro miembros de esta organización cuando trataban de abandonar un domicilio de Estepona (Málaga) donde habían cometido un nuevo vuelco, y a uno de los cuales se le halló una bolsa con dos paquetes, en forma de ladrillo, que contenía 2.263 gramos de cocaína.

En el interior de la vivienda los agentes comprobaron que sus moradores habían sido golpeados, amenazados con una pistola y maniatados con bridas y también fueron detenidos como presuntos autores de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas.

En el patio de luces del inmueble se halló asimismo la pistola, municionada y con cartucho en la recámara, que había arrojado uno de los detenidos al verse sorprendido por los agentes.

En los registros de los domicilios de los cuatro individuos que cometieron dicho vuelco, ubicados en Madrid, se hallaron walkie talkies, dos armas de fuego detonadoras, grilletes metálicos, sirenas policiales, placas y carnets policiales, esprais de autodefensa, rotativos luminosos para vehículo policial, guantes, bridas y cinta para amordazar.

También había fajos de papeles simulando billetes reales, presuntamente usados para engañar a los vendedores de sustancias estupefacientes a los que posteriormente robaban la droga, básculas de precisión, pequeñas cantidades de marihuana, multitud de teléfonos móviles y documentación relevante en la investigación. Con la información obtenida, la Guardia Civil detuvo, entre los días 4 de abril y 3 de mayo, a otros tres miembros más de la organización, dos de ellos en Madrid y el último en Zaragoza.