El monasterio de Villanueva de Sijena volverá a exponer la valiosa tabla renacentista que se descubrió antes de ser subastada en la sala Balclis de Barcelona. La familia que la puso a la venta ha renunciado esta semana a mantener el pleito tras no poder demostrar su propiedad legal y se da por hecho que la pieza volverá al cenobio monegrino. El Juzgado de Primera Instancia nº 1 de Huesca comunicó ayer esta resolución tanto al Gobierno de Aragón como al consistorio monegrino, ambos demandantes.

El intento de venta de la tabla Presentación de Jesús por parte de la familia Carandini fue paralizada en mayo del año pasado por un juez de Barcelona, que ordenó su traslado al Museo de Zaragoza para su custodia hasta la resolución del pleito.

El representante legal de Villanueva, Jorge Español, fue el impulsor de la demanda al considerar que la obra atribuida al llamado maestro de Sijena fue sacada del monasterio a principios de la guerra civil sin permiso alguno por el mismo especialista que arrancó las pinturas de la sala capitular, José Gudiol.

A pesar de que la familia alegó que el cuadro había sido adquirido antes de ser declarado el monasterio de Sijena como monumento nacional y, por tanto, sus bienes muebles indivisibles del inmueble, Español presentó un libro publicado por el historiador Ricardo del Arco en 1931 en el que certificaba la presencia de tablas desgajadas del retablo mayor renacentista del cenobio.

REPINTADA COMO FLAMENCA

Según el letrado, el allanamiento o renuncia de la familia Carandini supone un reconocimiento de los hechos alegados en la demanda, concretamente, subraya, que la tabla estaba en el monasterio de Sijena hasta la guerra civil y que fue sustraída por José Gudiol en 1936 «que la repintó y la vendió o regaló al conde de Torroella de Montgrí».

Las iniciales E.G.C grabadas en el dorso de la tabla, que el letrado interpreta como Estudio Gudiol Corominas o Eulalia Gudiol Corominas (hija de José Gudiol), confirmarían el «expolio» de la pieza. Posiblemente en esos años se le añadieron a la pintura los arcos góticos con los que intentaron hacer pasar la obra por una pieza flamenca, mucho más apreciadas en las casas de subastas que el arte aragonés.

Español señala que la renuncia de la familia Carandini se debe a que durante el proceso «no pudo aportar título de propiedad» algo que evidencia que la tabla formaba parte indivisible del monumento nacional y que no podía ser vendida ni enajenada sin permiso de sus propietarios.

SIN SENTENCIA

A falta de una decisión definitiva, el abogado espera que la tabla, que salió a subasta con un precio de 85.000 euros, debe retornar en breve desde el Museo de Zaragoza al recinto monástico del que forma parte, algo que posiblemente se plasmará en una sentencia condenatoria en la que se recogerán como probados los hechos denunciados por los demandantes.

El alcalde de Villanueva de Sijena, Alfonso Salillas, recibió la noticia con entusiasmo al saber que la tabla podrá regresar al monasterio tras un trabajo «arduo, muy difícil y sacrificado». Estos días se ha celebrado en el municipio el aniversario de la entrega judicial de una parte del tesoro del cenobio, algo que ha multiplicado el número de visitantes y turistas en la localidad.