Un matrimonio zaragozano y su hijas, vecinos del Actur, tuvieron que ser ingresados en observación en el hospital Royo Villanova en la tarde del pasado martes tras sufrir una intoxicación por gas en su domicilio, en la calle Matías Pastor Sancho. Después de recibir asistencia farmacológica y permanecer toda la noche en observación, fueron dados de alta al día siguiente.

"Tenía unos dolores de cabeza muy fuertes y hormigueos en las manos. Me preocupé cuando advertí que mi marido tenía los mismos síntomas y preguntamos a la niña, que también se encontraba muy mal, por lo que avisamos a las asistencias", explica la madre, Ana Isabel.

Fuentes del Cuerpo de Bomberos, que fue requerido para que realizara un informe en la vivienda sobre la causas que provocaron la intoxicación, señalaron a este periódico que no podían determinar el origen de la misma. "El aparato medidor nos dio positivo al gas, pero no era metano ni monóxido de carbono ni se produjo por falta de oxígeno. Pudo deberse a algún gas de origen biológico provocado por algún vertido, pero no disponemos de aparatos para detectarlo, por lo que pusimos los hechos en conocimiento del Instituto de Higiene", informaron.

Pese a estos datos, el diagnóstico emitido por los médicos que atendieron a los afectados señalaron el monóxido de carbono como causa de la intoxicación.

Técnicos del departamento municipal de Medio Ambiente se personaron en la vivienda de los afectados el pasado miércoles, sin que se conozcan los resultados de su inspección, aunque para entonces ya se había disipado el gas.

El matrimonio afectado manifestó que, en el momento de producirse la intoxicación, "estaba conectada la campana extractora de humos de la cocina y la caldera de la calefacción. Tal vez sea éste el origen de los gases, pero hasta ahora no nos han dicho nada".

"Lo que no entiendo es que los técnicos municipales de Medio Ambiente no realizaran ninguna medición, ni nos dijeran qué ha fallado por si hay alguna anomalía o defecto de construcción que corregir. Hemos encargado por nuestra cuenta la realización de un estudio técnico", explicó José Luis, el padre.

El problema puede deberse a un defecto de construcción que existe en los conductos de extracción de humos de muchas viviendas zaragozanas, que no están compartimentados ni aislados. Un único conducto sirve al mismo tiempo para extraer los gases de la caldera de calefacción y los humos de la cocina, por lo que no es extraño que puedan producirse filtraciones.

Las fuentes de Bomberos consultadas informaron de que no se dispone de datos sobre el número de construcciones que pueden contar con este problema, "aunque pueden ser muchas".

"En algunas ocasiones, hemos acudido a apagar un incendio en una piso y hemos comprobado que los humos salían por los respiraderos de otras viviendas de la misma planta. Están intercomunicados, una deficiencia que vulnera la normativa", añadieron.

No obstante, no es un problema que se produzca con mucha frecuencia en Zaragoza, dos o tres actuaciones de bomberos al año, aunque en la calle de Alfonso Soláns hay un edificio que ya ha requerido varias intervenciones en los últimos años.

Vecinos del inmueble afectado en la calle Matías Pastor Sancho recordaron que, aunque los hechos se produjeron en una vivienda de la planta baja, "tuvimos que tener abiertas las ventanas durante la noche por consejo de los bomberos".