El Ministerio de Fomento no quiere poner fecha a la conclusión de la línea de velocidad alta Zaragoza-Teruel, fijada en el 2010 por el anterior equipo del PP. El nuevo director general de Ferrocarriles, Luis de Santiago, se escudó ayer en las "dificultades" de la ejecución de las infraestructuras para no comprometer plazos al término del viaje de inspección al tramo Zaragoza-Muel, el primero que entra en servicio hoy y con el que acaban los transbordos por carretera.

En su primera visita a Aragón, Luis de Santiago excluyó hablar de otro proyecto o infraestructura ferroviaria que no fuera la velocidad alta a Teruel. Así, destacó el "interés" del Gobierno por el corredor, que a su juicio se evidencia con el hecho de que se haya recortado en nueves meses el plazo oficial de la obra, que expiraba en el verano del 2005.

RENOVACION DE FLOTA Como adelantó este diario, la línea recibirá nuevos trenes diésel, los TRD, que podrán alcanzar su velocidad máxima, 160 km/h, desde su puesta en servicio el próximo mes de enero. El director general de Ferrocarriles señaló que hasta noviembre no está previsto que acaben las obras en el tramo Zaragoza-Muel y no se procederá a una segunda alineación de la vía, a partir de la cual se permitirá ya correr .

Luis de Santiago explicó que la entrada en servicio del tramo Zaragoza-Muel, de 16,5 kilómetros, y las mejoras ya introducidas con las obras en curso en otros dos, Caminreal-Villafranca del Campo y Villafranca del Campo-Cella, permitirán recortar el viaje en quince minutos. Cuando finalicen los trabajos, incluidos los que acaban de empezar entre Muel y Cariñena, costará 40 minutos menos hacer el trayecto entre Zaragoza y Teruel. Ahora se emplean 2 horas y 47 minutos.