El Gobierno da ya por seguro que Fernando García Vicente continuará cinco años más como Justicia de Aragón. Los contactos que se han producido entre los partidos políticos --informales-- han constatado la falta de consenso para designar a un nuevo responsable de la institución. Así que el Ejecutivo apuesta por la renovación del mandato del actual titular.

Una situación que no deja de ser curiosa porque todos los partidos están de acuerdo en algo: es necesario un relevo en la institución porque Fernando García Vicente lleva desde 1998. Su mandato acabó el pasado 12 de marzo, pero se prorrogó dos meses ante la falta de alternativas. El plazo máximo que se da el Ejecutivo para renovar es el mes de junio. Después de Semana Santa podría haber nuevas conversaciones para tratar de hallar un nombre de consenso. Pero la cercanía de las elecciones europeas y la crispación que existe en el ámbito político aragonés no ayudarán.

UN MES SIN CONTACTOS Aunque en realidad la única conversación formal se ha producido entre el Gobierno y el PSOE. La filtración de los contenidos de la reunión sentó mal a unos y a otros, que se acusan mutuamente de haber avisado a la prensa. Algo que ha terminado por paralizar los contactos. El Ejecutivo no ha vuelto a mover ficha, y de eso hace ya un mes. Desde entonces ha habido solo tanteos, sobre todo en el Parlamento, pero informales, y solo para conocer las posiciones de las fuerzas del hemiciclo.

CHA e IU han sido los que han mostrado una mayor predisposición para acordar un relevo en el Justicia. Chunta, por ejemplo, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de buscar a una mujer para sustituir a Fernando García Vicente. Izquierda Unida ha dejado patente que es preciso regenerar la institución porque la ciudadanía reclama renovación al frente de los órganos vinculados con el poder.

Parecida ha sido la posición del PSOE. García Vicente llegó al Justiciazgo en 1998, bajo el Gobierno de Santiago Lanzuela (PP), pero entienden en el grupo parlamentario, que ya ha apoyado su renovación en tres ocasiones, que es el momento de cambiar. Esperaban sin embargo que el Gobierno propusiese algún nombre. Algo que, según indicaron ayer fuentes del Ejecutivo, no llegó a producirse. Los posibles sustitutos del Justicia han ido surgiendo, lanzados por unos y otros a modo de globo sonda. Se habló, por ejemplo, del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, Fernando Zubiri.

También se lanzó el nombre de José María Bescós, actual director general de Desarrollo Estatutario, cuya labor ya ha sido puesta en duda por todos los grupos políticos. Su candidatura a ser Justicia de Aragón fue sugerida por su propio partido, el PAR. Pero fue una alternativa que pronto se descartó. No gustaba ni al PP y ni al Gobierno, que no veían con buenos ojos que se vinculase al sustituto con ningún partido ni político.

SIN COLOR POLÍTICO Uno de las máximas que tenía el Gobierno era que la persona elegida no debía tener color político, y que tampoco estuviese vinculada con ningún tipo de movimiento. El ámbito de la justicia era una alternativa, pero finalmente todo apunta que Fernando García Vicente seguirá, por lo que cumplirá, si completa todo su mandato 20 años.

García Vicente no ha querido pronunciarse sobre su continuidad en la institución. Desde el Gobierno aseguran que no se han producido contacto directos con él. El Justicia no ha aclarado, dicen desde la DGA, si quiere continuar o no. Apuntan que las cosas serían más sencillas si él mismo hubiese dicho que prefería que le buscaran un relevo. Una posibilidad que no se ha dado, así que piensan en el Ejecutivo que quiere seguir otros cinco años. La falta de consenso juega a su favor. Y el distanciamiento entre los partidos también.