Investigador

Acaban de editar Crónicas malleneras del notario Vicente Pérez Petinto. Mallén 1764-1814 , que recibió el I Premio de Investigación del Centro de Estudios Borjanos (2002). Son cartas de un talante insólito, en donde el notario relata la crónica europea de la época.

--Me llama la atención el apellido del notario, Petinto, el mismo de la película de Javier Fesser. Yo creía que ese apellido era de broma.

--Pues, no. Existe desde el siglo XV, es originario de las Cinco Villas, y además es el apellido de la madre de Javier y Guillermo Fesser, que le quisieron hacer un homenaje poniendo este apellido. Se supone que tiene relación parental con este notario.

--Este notario no nació en Mallén.

--No, no es como pasa ahora; aprende con su padre que también era notario allí y consigue la plaza. Estos cargos se heredan de antiguo y se trata de pasarlo a los hijos.

--Lo curioso de este hombre es su ambicioso conocimiento del mundo.

--A través de la prensa, claro, sobretodo. Por Mallén pasa la carretera general y circulan postas todos los días, así que le llega información, El Correo de Zaragoza y El Correo de Madrid . Está muy relacionado con la Audiencia de Zaragoza, desde donde también recibe información. Su segunda mujer es hija de un La Ripa, un apellido noble en Zaragoza.

--Incluso se atreve en una de sus crónicas anuales, a relatar la batalla de Lepanto.

--Hace como de cronista. El pretendía informar a su pueblo a través de estas crónicas, donde utilizaba el formato de carta: "Querido, amado y prudente lector mío..." Creemos que él sabía que no le iban a leer sus vecinos de Mallén, con lo cual pensaba en el futuro. Estos relatos son inéditos, porque los notarios no solían hacer estas cosas, forman parte de su iniciativa.

--Vamos a situarlo en la época.

--Siglo XVIII y XIX, época de la Ilustración, hasta la guerra de la Independencia, tiempo en que deja de escribir por miedo a las represalias. Vuelve a hacerlo en cuanto se van los franceses. En esos años se publican Las cartas Marruecas , y se pone de moda la forma epistolar. Durante treinta años no escribe nada y empieza a relatar con el principio de siglo. Tienen el aspecto de memorias para dejar a la posteridad.

--Además no habla mucho de Mallén.

--En la primera carta da una visión general de lo que ha pasado en todo el siglo, tan sólo en cuatro o cinco folios. Luego ya sí habla de Mallén y de Europa.

--¿Queda recuerdo de este hombre en Mallén?

--De la familia sí, pero de él no. Ahora con el libro confiamos en que alguno se interesa.