Los pagos por el impuesto a las herencias se han colocado en el centro del debate político. Si el martes fue la asociación Stop Sucesiones la que pidió en las Cortes de Aragón la eliminación del tributo por considerarlo «anacrónico» ayer fue el propio Gobierno de Aragón el que defendió su carácter «redistributivo» y trató de «clarificar» su funcionamiento.

El consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, reconoció que las comunidades autónomas están «estudiando su revisión», pero adelantó que en lo fundamental seguirá sin cambio al estar «respaldado por un gran número de expertos».

Según el departamento en Aragón solo se rechazaron el año pasado el 7% de las herencias. El director general de Tributos, Francisco Pozuelo, explicó que la decisión suele estar motivada «por las deudas que en muchos casos conllevan» más que por no poder hacer frente al pago de la tasa como aseguran desde Stop Sucesiones.

El departamento de Hacienda también señaló que en la comunidad ya están aprobadas un gran número de excepciones a la norma y bonificaciones. De hecho, calculan que de los casi 50.000 aragoneses que heredan al año de un pariente cercano el 90% no pagan nada. De esta forma, el tipo medio impositivo (cuota realmente pagada/bases imponibles totales) de todos estos contribuyentes «apenas alcanza el 5%», aseguran.

Beneficios fiscales / En el caso de recibir una empresa familiar la situación es similar, con bonificaciones que rozan el 99%. También están exentos de forma generalizada los menores y las personas con discapacidad. «No es una tasa tan opresiva como dicen sus críticos», resumió Pozuelo.

Las herencias que mayor coste tienen para el contribuyente son las que llegan de parientes lejanos (primos, sobrinos...) o de desconocidos. Pero en este caso únicamente suponen el 15,38% del total. Hacienda también negó que la tasa tenga «escaso potencial recaudatorio» y calculan que en este ejercicio se ingresarán más de 46 millones de euros.