La hermana del empresario zaragozano muerto a golpes en junio del 2011 y sepultado bajo una capa de cemento en un cibercafé de la calle Navas de Tolosa, en Delicias, solicita treinta años de prisión para los dos acusados --Abdel R. T. y José María H. S.--: 25 por asesinato y cinco por robo. La mujer, en cuyo nombre ejerce la acusación particular el penalista Juanjo Serra, solicita que los imputados sean condenados también a indemnizar con 19.995 euros a sus padres.

El escrito de conclusiones provisionales de la acusación particular propone la comparecencia de 50 testigos --quince de ellos miembros del Cuerpo Nacional de Policía--y de siete peritos --los dos forenses que practicaron la autopsia a la víctima y cinco policías-- en el juicio que dentro de unos meses celebrará la Audiencia Provincial de Zaragoza.

Los acusados serán defendidos en la vista por los penalistas José Luis Melguizo e Ignacio Pérez Santander, que solicitan la absolución de sus patrocinados.

El escrito de conclusiones provisionales, que propone aplicar a los acusados cuatro agravantes --alevosía, abuso de superioridad, ensañamiento y abuso de confianza--, señala que, cuando se encontraban en el cibercafé, Abdel le asestó a la víctima un hachazo en la zona trasera de la cabeza "que si bien no le causó la muerte inmediata sí le produjo una agonía indescriptible, para posteriormente, encontrándose este todavía en el suelo, asestarle un total de doce hachazos adicionales en el mismo lugar".

Después, añade, ambos acusados sepultaron en cemento tras la barra del local tanto el cadáver como la supuesta arma homicida.

Tras ocultarlo, anota el escrito presentado por Serra, "sustrajeron todo el dinero y bienes" de la víctima, que trabajaba como representante de joyas, antes de huir, por separado, a Cuba y Estados Unidos.