El despegue definitivo del hidrógeno en la movilidad parece más cerca de producirse. Esta energía verde ha pasado de postularse como la gran promesa de futuro del sector del transporte a ser una alternativa real entre las soluciones sostenibles del mercado. Aragón, que se ha posicionado a nivel internacional en la investigación de esta tecnología, trata de no desaprovechar el viento que sopla a su favor. Por este motivo, empresas y administraciones trabajan para que Zaragoza vuelva a contar con una estación de repostaje de este combustible ecológico.

En ese empeño andan inmersas empresas como Zoilo Ríos y Grupo Industrial Calvera, que, de la mano de otros agentes como la Fundación del Hidrógeno en Aragón, están tratando de impulsar en Zaragoza un proyecto de hidrogenera que sea viable económicamente. Aunque la iniciativa está todavía en pañales —«se están poniendo los primeros mimbres», apuntan sus promotores—, la propuesta quiere vincularse a la implantación de una flota de vehículos alimentados con este tipo de combustible para lograr así que la instalación sea rentable. Por ejemplo, autobuses o camiones de basura de titularidad municipal, coches privados o carretillas industriales.

Zaragoza ya contó con una instalación de este tipo con motivo de la Expo del 2008. Fue la primera de España de acceso público, pero no tuvo continuidad por falta de uso. La comunidad cuenta con una hidrogenera en la sede de la Fundación de Hidrógeno, ubicada en el Parque Tecnológico Walqa de Huesca, aunque ahora está cerrada por una actualización técnica. En el resto de España hay dos operativas, en Ciudad Real y Albacete, y varias más han quedado en desuso.

A pesar de estas carencias, el hidrógeno está cogiendo protagonismo, sobre todo en los países del norte de Europa. Cada vez son más los fabricantes que apuestan por esta alternativa y en España ya hay a la venta dos coches de este tipo, el Hyundai Nexo y el Toyota Mirai. Este último se ha lanzado recientemente y viene acompañado de un proyecto de hidrogenera que abrirá en Madrid en el 2020.

EL ELÉCTRICO PERFECTO

«Zaragoza debe fijarse en ciudades como Aberdeen (Escocia), donde tienen diez buses de hidrógeno y van a comprar diez más», afirma Rafael Calvera, director general de Calvera, una empresa aragonesa que participa en proyectos internacionales de hidrógeno como referente en tecnologías de almacenamiento de este vector energético.

Aunque su presencia en España es residual, estos vehículos suponen una alternativa más ecológica que los eléctricos. Su propulsión proviene de una pila de combustible, que suele ir acoplada a una pequeña batería eléctrica o supercondensadores.

A diferencia de los eléctricos, los de hidrógeno no tienen problemas de autonomía (más de 600 kilómetros) y el tiempo para repostar es rápido (cinco minutos).«Es el combustible del coche eléctrico perfecto», asegura Calvera.