La incertidumbre llevaba meses sobrevolando Android, la auxiliar de Opel que monta las puertas y los salpicaderos dentro de la planta de Figueruelas, pero ahora se ha instalado aún con más fuerza. La plantilla rechazó ayer el principio de acuerdo alcanzado el jueves entre los sindicatos y la dirección de la empresa, que emplea a 490 trabajadores. En concreto, 157 empleados votaron ayer a favor y 209 en contra. El rechazo de la plantilla deja en el aire el futuro de la auxiliar tal y como existe actualmente, ya que su contrato finaliza el próximo 31 de diciembre.

Tal y como insistieron ayer desde UGT y CCOO -las dos secciones sindicales que apoyaron el preacuerdo- el sí al pacto de convenio hubiera garantizado el empleo en la factoría hasta el año 2022. «Ahora se abre un escenario de incertidumbre», apuntaron desde UGT. Las secciones sindicales (incluida OSTA, que se descolgó de la propuesta de acuerdo) prevén reunirse la próxima semana para intentar buscar una solución.

El director de Operaciones de la compañía, Simón Rosales, calificó ayer el resultado de la votación como «un auténtico batacazo» y recordó que el margen de maniobra ya era escaso antes de alcanzar el precacuerdo. En este sentido, insistió en que la política de PSA en otras plantas es externalizar el montaje de las puertas y los salpicaderos y que las empresas que lo fabrican no se encuentran dentro de las factorías matrices.

14 MESES NEGOCIANDO

«El preacuerdo era necesario para optar a la renovación del contrato del montaje de puertas y salpicaderos de todos los modelos de la planta de Figueruelas», indicaron desde la auxiliar.

Hasta el preacuerdo alcanzado el pasado jueves, el comité y la dirección de Android habían estado un año y dos meses negociando el nuevo convenio. De hecho, habían mantenido 14 reuniones en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA).

El preacuerdo contemplaba el mantenimiento de las condiciones de trabajo de la plantilla (salarios, vacaciones y pluses, entre otros) tal y como recogía el convenio anterior, pero introducía un pacto para mejorar la flexibilidad en la planta, lo que le hubiera permitido hacer frente a las exigencias del grupo PSA tras adquirir Opel.

Desde la perspectiva salarial, el principio de acuerdo contemplaba un pago lineal no consolidable de 150 euros por firma de convenio e incrementos del 0,25% en el año 2019, del 0,5% en el 2020, del 0,75% al año siguiente y del 1%.

FINES DE SEMANA

UGT y CCOO consideraron que el mantenimiento del empleo estaba por encima de los reducidos incrementos salariales que recogía la propuesta. Sin embargo, la sección sindical de OSTA rechazó finalmente el preacuerdo al entender que no cumplía la demanda básica del comité de no recortar las condiciones actuales en Android, ya que sí se producía una rebaja en el pago de los turnos del fin de semana. Este sindicato, además, lamentaba que se iba a crear otro grupo profesional con un salario más bajo.