Los padres de alumnos del colegio público Baltasar Gracián de Calatayud, en el que se abrieron unas grietas en noviembre que siguen avanzando, criticaron que no se hayan hecho todavía los estudios técnicos necesarios para saber cuál es la causa de esos problemas, su alcance y si efectivamente no suponen riesgo alguno para los 160 alumnos.

La presidenta de la Asociación de Padres de Alumnos (APA) de este centro, María Antonia Ruiz, explicó que el miércoles mismo habló con personal de la Dirección Provincial de Educación para instar de nuevo a que se actúe "de inmediato", pero no le han confirmado siquiera cuándo se harán los sondeos geotécnicos.

Ruiz afirmó que hace semanas acudieron unos técnicos por encargo de la consejería de Educación y verbalmente comunicaron que las grietas no suponían riesgo. Sin embargo, indicó que entre los padres de alumnos cunde la "incertidumbre" y la "inquietud", porque esas opiniones ni se han reflejado en informes técnicos por escrito ni están avaladas todavía por sondeo alguno.

Por otro lado, las grietas se encuentran en la misma zona en la que se desplomó el techo hace unos 30 años, según informaron a Efe fuentes de esta comunidad escolar.

En aquella ocasión, el desplome se achacó a problemas de inestabilidad estructural y afectó exactamente a la sala que se utilizaba como comedor, si bien no causó heridos porque el hundimiento se produjo en sábado, justo cuando el personal al cuidado del centro acababa de salir de esa habitación tras limpiarla.

De forma más reciente, hace aproximadamente diez años, este centro fue objeto de obras de saneamiento estructural, porque se habían detectado también problemas de conservación en el edificio.

En aquel momento aparecieron también grietas en la misma zona en la que se han abierto ahora, se hicieron catas en el subsuelo y al final los técnicos determinaron que la causa estaba en las redes de desagüe, que no evacuaban bien el agua y dañaba a las cimentaciones.