La dolina sobre la que se edificó el cuartel de la Guardia Civil en Casetas, uno de los más significativos de la provincia de Zaragoza, sigue presentando un importante peligro en lo que respecta a la estabilidad y seguridad de estas instalaciones. La Dirección General de la Guardia Civil ha enviado a sus técnicos para estudiar la gravedad de las grietas aparecidas y si puede haber riesgo de derrumbe.

El problema se remonta a los inicios. Ya hubo que volar un ala entera poco después de su inauguración, en la época de Luis Roldán al frente de la Benemérita. De hecho, la Audiencia de Madrid señaló en su sentencia condenatoria que el socialista amasó una fortuna de más de 30 millones de euros de la época (1986 a 1993) cuyo origen relacionó a las comisiones que cobraba de las constructoras que edificaron gran cantidad de cuarteles por toda España, entre ellos el de Casetas.

Ahora el problema vuelve a ser importante, según fuentes consultadas por este diario, que están preocupadas por el avance de las grietas. Estas mismas fuentes resaltan que la preocupación va más allá del personal que ocupa estos edificios, ya que son tan visibles que los ciudadanos hacen comentarios sobre las mismas cuando están en la sala de espera antes de interponer una denuncia. El suelo está totalmente resquebrajado, lo que ocasiona, además, insalubridad, debido a que dichas rajas son utilizadas por las hormigas para acceder al interior del acuartelamiento.

TESTIGOS

Ante esta situación, la Dirección General de la Guardia Civil ha colocado una serie de testigos en las fisuras con los que pretende analizar el avance de las mismas, tanto en la rapidez. De esta forma tratan de prevenir un colapso estructural repentino.

Las zonas que presentan una situación más grave, según estas fuentes, son las oficinas y el aparcamiento subterráneo. De hecho, esta semana se decidió apuntalar una parte del mismo para evitar un desplome. Habían caído cascotes y por algunas aberturas se podía introducir una mano entera. Las juntas de dilatación han pasado a ser inservibles ante la considerable hendidura producida que deja ver, en algunos casos, el ladrillo con los que se construyeron las paredes.

Una situación que preocupa a la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) que destaca «el evidente peligro para el personal que utiliza diariamente dicho cuartel», que sirve de apoyo logístico a la Comandancia Provincial de Zaragoza de la Guardia Civil que sigue teniendo aparcado el proyecto de construcción del acuartelamiento que sustituiría al actual de la Puerta del Carmen cuya falta de espacio para albergar a todas las unidades y grupos de agentes es evidente. los planes de edificarlo en el barrio de Valdespartera, tal y como acordaron el entonces alcalde Juan Alberto Belloch y el ministro José Antonio Alonso, se quedaron en papel mojado.

CASI 200 AGENTES

En el cuartel de Casetas trabajan casi 200 agentes pertenecientes al Seprona, al Grupo Rural de Seguridad, al propio puesto de este barrio rural, a la Unidad de Reserva, al taller y la zona de armamento intervenido de la comandancia provincial.

La Policía Nacional sufre un problema parecido en sus instalaciones de General Mayandía en la capital aragonesa. Por el momento solo se han realizado parches valorados en 60.000 euros, aunque los infomes técnicos destaquen hasta el peligro de cortocircuitos.