--Acaban de celebrar las II Jornadas Aragonesas de Sociología, en las que han abordado la sociedad poscrisis. ¿Qué caracteriza a esta sociedad?

--Se trata de una sociedad que ha experimentado una crisis económica que ha originado importantes conflictos en otras esferas relacionadas o aparentemente independientes como consecuencia de la crisis y de las medidas tomadas para solucionarla. Todo ello ha hecho temblar los valores de la sociedad.

--¿Qué objetivo persiguen en la Asociación Aragonesa de Sociología?

--Nuestra intención es debatir en torno a cuatro mesas de trabajo (Exclusión y Desigualdad, Trabajo y Economía, Lenguas e Identidad y Líneas de trabajo de la sociología aragonesa) el tipo de orden social que el paso de la crisis ha dejado y trasladar nuestras conclusiones y eventuales sugerencias al conjunto de la sociedad civil aragonesa. Creemos que la aportación del punto de vista sociológico puede tener su utilidad.

--Desde el punto de vista sociológico, ¿cómo afecta la crisis al mundo?

--Ha entrado en cuestión el modelo de sociedad del bienestar tutelada por el Estado. Segundo, las clases medias que garantizaron la estabilidad política y el crecimiento económico se han visto afectadas. Por último, la política ha perdido crédito y las izquierdas han quedado especialmente desarmadas ideológicamente. Además, han aparecido populismos, falta de vocación europea, las ciencias sociales han perdido credibilidad e, igualmente, los medios de comunicación. Pero por esas brechas también aparecen otros modos de ser de lo social que pueden encontrar su lugar.

--¿Qué opinión le merecen este tipo de colectivos?

--El 15M no fue un movimiento social como otros, pues añadía algunas características que lo hicieron singular. Primero, la organización en forma de red, basada en asambleas, portavocías y militancias ganó en expansión gracias a las redes sociales. Segundo, tenía un carácter ideológicamente transversal que se veía favorecido por la perdida de fortaleza de las referencias ideológicas clásicas. Tercero, por primera vez el problema que estaba en el origen de la movilización era la propia política. El 15M fue la efervescencia del estar juntos y unidos.

--Escaso empleo, incremento de la pobreza- La poscrisis no se caracteriza por cosas positivas.

--Es obvio que cualquier crisis hace quebrar cierto orden, lo cual hace ver lo que se pierde y, en consecuencia, ser negativo. En el caso de esta crisis, toda la política se ha desmoronado, pero han aparecido eso movimientos sociales, las clases medias se han movilizado como no lo habían hecho nunca, han irrumpido formas de solidaridad inéditas y diferentes maneras de hacer economía a nivel local y cotidiano. Lo que resulte de todos estos cambios habrá de verse más adelante. En cualquier caso, las crisis son siempre ambiguas pues, además de provocar perdidas permiten la irrupción de cosas nuevas. El problema es que el pesimista puede justificar su lamento porque sabe lo que pierde. En cambio el optimista es más complicado que argumente su posición pues no puede saber muy bien lo que gana.

--Ante este debilitamiento del Estado de Bienestar, ¿se ha pasado en España de la inclusión social a la exclusión social?

--Exacto. Antes había un sistema de clases que jerarquizaba a los individuos, pero todos estaban incluidos porque las clases más bajas tenían garantizados sus derechos, principalmente los sociales. Hoy han aparecido unas infraclases que están parcialmente excluidas y que son las formadas por desempleados, contratados en precario y ocupados en la economía sumergida.

--¿Se han perdido más cosas de las que hemos ganado?

--Las referencias tradicionales, que ya andaban en crisis, se han debilitado: las ideologías, la confianza en las instituciones, la credibilidad de los actores políticos... Todo son incertidumbres. La parte positiva de estas pérdidas es que han aparecido otras ideologías (feminismo, ecologista, etc.) que hacen referencia a otros conflictos y han emergido otros actores políticos, como los movimientos sociales. La desaparición del futuro permite pasar a valorar el presente, huir de la lógica de la promesa e incluso del sacrificio del ahora por un indeterminado momento posterior, lo cual es positivo

--¿Quiénes son los más afectados por este cambio social?

--Afecta a todos, pero en términos económicos a los jóvenes, mujeres e inmigrantes. Ellos son un tercio de la población. Especialmente grave es la situación de los primeros, ya que serán los que conduzcan en el futuro la sociedad y con el trato que están recibiendo no estarán en muy buenas condiciones materiales y de compromiso para hacerlo.