La Audiencia de Zaragoza ha absuelto de los delitos de detención ilegal y realización arbitraria del propio derecho a V. F., quien fue juzgado en diciembre acusado de secuestrar a A. N. a la salida de una discoteca en Alfaro (La Rioja), de llevarlo en coche a su casa en la calle Ávila de Zaragoza y de encerrarlo ahí por no pagarle, presuntamente, una deuda de drogas. Los hechos se remontan a noviembre del 2019.

Sin embargo, la sentencia establece que no ha quedado acreditado que se produjera en efecto el secuestro ni que el acusado empleara un cuchillo para intimidar al denunciante y obligarlo al traslado en automóvil, como declaró A. N. Ni siquiera los testimonios de otro joven y de la exnovia de A. N. corroboran esa versión, señala la resolución. Esta última dijo no haber recibido un mensaje en el que su expareja le avisaba de que estaba retenido contra su voluntad.

La abogada Soraya Laborda, que defendía a V. F., manifestó ayer su satisfacción con la sentencia, dado que durante el juicio mantuvo que no había habido ningún secuestro ni se había impuesto nada a la fuerza al denunciante. Su cliente se enfrentaba a seis años y medio de cárcel.

Deuda de 600 euros

Deuda de 600 euros Según el relato de los hechos, el acusado V. F., en la madrugada del domingo día 3 de noviembre de 2019 se encontraba en la discoteca Crepúsculo de Alfaro, a la que también había acudido desde la ciudad de Barbastro un joven de 27 años, A. N., llevado en el coche por una amigo.

Al acabar la fiesta, el acusado se encontró en la puerta de la discoteca con A. P., al que le reclamó una deuda pendiente de 600 euros. Pero este solo llevaba encima 80 euros, por lo que no pudo pagarle.

Intoxicación etílica

“Sobre las tres o las cuatro de la madrugada de ese día volvieron a Zaragoza el acusado y el denunciante en un mismo coche y cuando llegaron se alojaron en el piso en que habitaba V. F., en Delicias, donde estuvieron todos fumando porros durante un buen rato”, continúa la resolución.

Después, continúa, “se echaron todos a dormir pues A. N. se hallaba en un estado de fuerte intoxicación alcohólica y de drogas tal y como atestiguan los policías nacionales que recibieron la denuncia del interesado” al día siguiente en la Brigada de Policía Judicial, a la que acudió en un “lamentable estado psíquico de intoxicación etílica y de drogas” y denunció haber sido retenido en la vivienda del acusado.