Quedan muy pocos días para que el mejor atleta español del 2003 pase por la vicaría. Eliseo Martín contraerá matrimonio con Mari Carmen Cabrero a la una de la tarde del próximo 30 de octubre en el ermita de la Virgen de la Alegría de Monzón. El oscense ya se encuentra en la recta final de su día soñado. Ya empieza a notar un extraño cosquilleo en su cuerpo pensando en el momento del Sí quiero delante de sus seres más queridos.

Martín ya tiene ultimado el traje de boda que llevará y se lo ha confiado a su amigo Alejandro. Por ello acudió en la mañana de ayer a Zaragoza para probarse este conjunto diseñado por el japonés Kenzo. "Es un traje de lana fría, con camisa blanca y chaleco, corbata y pañuelo de color beige y naranja. Los zapatos y cinturón son negros", explicaba Alejandro.

Gran expectación

Eliseo causó gran expectación y la tienda de Alejandro Moda fue un auténtico hervidero con la presencia de los medios de comunicación. El empresario de moda aragonés está muy vinculado con el mundo del deporte. "Esta temporada equipo al CAI Zaragoza y por aquí pasan con asiduidad jugadores del Real Zaragoza o deportistas tan conocidos como los hermanos García o Fernando Escartín", explica Alejandro, que confiesa que, "estoy ligado al deporte y lo llevo dentro del corazón".

El olímpico destaca de su traje "su sencillez. No es nada fuera de lo normal y las líneas son muy comunes. Tiene una buena calidad y es, sobre todo, muy cómodo. Se adapta perfectamente a mi físico", explicaba el atleta altoaragonés.

Martín decidió confiar el traje a Alejandro Moda porque "es un gran profesional de esta faceta y es un buen amigo que sigue toda mi carrera", afirmaba el obstaculista.

Tras probarse el traje y la posterior sesión fotográfica Eliseo y Alejandro se fueron a comer a un conocido restaurante zaragozano. El diseñador destacó del atleta su "simpatía. Es una persona risueña y encantadora. Lo veo muy centrado y da mucha importancia en la vida a la amistad", confesaba.

A falta de menos de dos semanas para el enlace, Martín va atando los cabos que le quedan sueltos. "Tengo mucho ajetreo y quiero tenerlo todo muy bien sujeto para que todos los invitados esten contentos". La comida para los más de 300 invitados tendrá lugar en el restaurante Piscis de la localidad mediocinqueña.