El Justicia de Aragón ha vuelto a cuestionar la actual normativa establecida por el Departamento de Educación para la asignación de becas tanto de comedor como para libros. Como ya hiciera en alguna ocasión anterior, la institución reclama a la DGA que acometa cambios y, en concreto, que pase a incluir como criterio de valoración el número de miembros de la unidad familiar a la hora de aplicar el baremo destinado a la asignación de estas ayudas.

La solicitud de Fernando García Vicente se produce como consecuencia de la queja recibida por parte de una mujer, que muestra su disconformidad con la normativa que regula la concesión de estas becas. «Solo valoran si la unidad familiar supera o no el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) -actualmente establecido en 537,84 euros al mes o 6.454 al año-, cotejan datos con Hacienda mirando unas casillas de la declaración de la renta y si el sueldo que cobras está exento de renta, por ejemplo pensiones de invalidez, las casillas son cero, con lo cual a un trabajador solo, con dos niños y 1.000 euros de sueldo le deniegan la beca y a otro con un niño y el doble de sueldo se la conceden», expone la queja de la mujer registrada en el Justicia. Así, la crítica reclama que se valoren «los ingresos reales procedan de donde procedan», así como también «tener en cuenta el número de hijos porque no es lo mismo uno que cuatro».

En particular, el escrito hace referencia a la situación real de una madre separada y con dos niños a su cargo que, con un sueldo de 980 euros, «superó en 98 euros anuales el límite establecido».

Por todo ello, el Justicia insiste en una petición que reclama que, de cara a la concesión de estas ayudas, se tome en consideración tanto el nivel de ingresos de las familias como el número de miembros.

Esta modificación evitaría, además, situaciones como que una familia con renta inferior a dos veces el IPREM y un único hijo obtuviese la beca de comedor mientras que se denegase a otra familia de dos hijos cuyos ingresos superaran en un euro las de la anterior, ya que la normativa establece que en caso de que no haya dinero para dar ayuda a todos, la prelación se establecerá atendiendo a la renta familiar, en orden ascendente. «Es mayor la situación de necesidad de la segunda familia, pero no se le otorgaría beca alguna», lamenta.