El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, aseguró ayer, durante la celebración del Día de Aragón en Huesca, que el combate contra la despoblación es un «imperativo patriótico de primera magnitud» que, además de a las instituciones, también incumbe a la sociedad civil, incluidas las organizaciones agrarias que ayer recibieron la medalla al mérito social. Los máximos responsables de las organizaciones, José María Alcubierre (UAGA), Ángel Samper (Asaja), José Manuel Roche (UPA) y Jorge Valero (Araga) recogieron los galardones.

Lambán reconoció la «magnífica» tarea de estas organizaciones en estos 40 años y les animó a que sigan desarrollando esa tarea adaptada a los nuevos tiempos. «La agroalimentación, y especialmente la agricultura y la ganadería, conforman un sector estratégico y fundamental para fijar la población en el territorio», añadió. El presidente se refirió a la Política Agraria Común (PAC), que supone unos ingresos, que cifró en 500 millones de euros, que «no se invierten de la manera más eficiente», motivo por el que ha apostado por su modificación. En este sentido, el cambio indicó que debe estar encaminado a consolidar las rentas agrarias y a favorecer la incorporación de jóvenes agricultores y no a beneficiar a «manos ociosas» por los derechos históricos.

PARTICIPACIÓN

El presidente desgranó los motivos por los que se ha concedido la medalla al mérito social a las organizaciones agrarias UAGA, Asaja, UPA y Araga y abogó por la necesidad «urgente» de «institucionalizar» la participación y la interlocución de estos colectivos, como ocurre con los agentes sociales, para hacerla «más eficaz».

Durante su discurso, Lambán también defendió el autogobierno de Aragón, que «le ha sentado de maravilla» a una comunidad que ha sido capaz de «construirse a si misma de acuerdo con sus sueños, capacidades y potencialidades», añadió. Se han conseguido cosas, agregó, que desde el «centralismo madrileño» no habrían sido posibles, relacionadas con sectores estratégicos como la logística, las renovables o la extensión de los servicios.

Lambán reclamó «de manera imperiosa» un cambio radical del sistema de financiación autonómica y en el que se tenga en cuenta «no solo la población, sino el coste efectivo de los servicios por habitante», apuntó. «Sin este cambio la lucha contra la despoblación será una batalla definitivamente perdida», añadió.