Con la atención puesta en las cifras de contagios, que esta semana que empieza seguirán siendo elevadas, los diputados aragoneses se citarán en las Cortes de Aragón para celebrar el primer debate sobre el estado de la comunidad del cuatripartito. La última cita de estas características se remonta al 2018 y en aquella ocasión el PSOE solo tenía a CHA como aliado en el Ejecutivo, el independentismo catalán copaba todas las portadas y la reforma del Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA) amenazaba la unidad del frente de izquierdas. El próximo jueves las cosas serán muy diferentes y el presidente de la DGA, Javier Lambán, espera defender el autogobierno como la herramienta más útil para afrontar la lucha contra la pandemia y tratará de unir alrededor de la Estrategia de recuperación económica y social a todas las fuerzas sociales en una llamada a la unidad sin precedentes.

En una cita atípica, sin público en las tribunas, con el aforo de parlamentarios reducido a la mitad, Lambán insistirá en la necesidad de buscar «acuerdos nacionales» para salir de la gresca en la que se ha instalado la clase política estatal. Será la parte más teórica de una intervención en la que reclamará una superación de unas «actitudes condenables» que podrían llevar a España a ser un Estado fallido, según se ha leído en la prensa europea en las últimas semanas.

Como siempre sucede en este tipo de debates no se descarta que se anuncien algunos proyectos DE futuro relacionados con el desarrollo de la comunidad. No se esperan bombazos económicos, pero en un contexto de recesión como el actual cualquier propuesta novedosa puede ser un salvavidas frente a la ruina del covid.

En la bancada de la oposición el pleno extraordinario se recibe con algo de desconcierto, pues consideran que es imposible analizar la actualidad política desde el prisma tradicional que suele regir las intervenciones en este tipo de debates. Los populares aseguran que en estas semanas han depositado una gran confianza en el Gobierno de Aragón y que, por lo tanto, reclaman una reciprocidad en la puesta en marcha de las medidas económicas.

Existe unidad contra el virus, eso está claro, pero también habrá espacio para una crítica al abandono por parte del Gobierno de España a las comunidades autónomas en su conjunto que está teniendo consecuencias directas, según indicaron fuentes del PP.

También insistirá en esta idea el líder de Ciudadanos, Daniel Pérez Calvo, que centrará sus críticas en Pedro Sánchez y dejará libre de culpa a Lambán. El espíritu de unidad frente a la pandemia presidirá su intervención. «Espero que sea un debate en el que quitemos el interés de partido, cortoplacista, en el que intentar buscar réditos electorales tiene que quedar al margen», subrayó Pérez Calvo, que lleva meses apoyando al cuatripartito casi sin ninguna pega. «Tiene que ser un debate donde la unidad sea la gran respuesta», incidió. Eso sí, reclamarán propuestas económicas para salvar a los autónomos y a las pymes e insistirán en el compromiso de salvaguardar los servicios públicos sin tocar los impuestos.

De justicia fiscal y de redistribución de la riqueza hablará Álvaro Sanz, portavoz de Izquierda Unida, que recordará al Gobierno que de esta crisis «no se puede salir incrementando la desigualdad», una tendencia «preocupante» que está dejando la pandemia. Llamará a superar la austeridad con un refuerzo de los servicios públicos. Y a buscar otro modelo productivo, una economía alternativa basada en la sostenibilidad, «dejando atrás lo peor del modelo económico previo».

Este jueves y viernes, el Gobierno y la oposición vivirán el debate del estado de la comunidad más extraño. No se esperan fuertes rifirrafes. Lo importante está ahí fuera, en la lucha contra el virus.