Hace tres años, el Departamento de Educación dejó de retribuir las licencias por estudios concedidas a docentes que quisieran ampliar su formación. Hasta entonces, estos permisos gozaban de una gran aceptación y las solicitudes rozaban el centenar, lo que impedía la concesión a todos los aspirantes.

Sin embargo, las cosas han cambiado de forma considerable. En las últimas convocatorias apenas hay demanda y se quedan desiertas la gran mayoría de las licencias ofertadas. En la última resolución, publicada esta misma semana, Educación apenas ha adjudicado siete permisos --la gran mayoría como proyectos de investigación-- y otros 43 se han quedado sin asignar.

El año pasado fue peor. Apenas se concedieron dos licencias pero el número de solicitudes alcanzó la media docena.

En el 2012, el Departamento de Educación decidió prolongar la suspensión de las licencias de estudios retribuidas para docentes y, por segundo año consecutivo, solo ofertó plazas de permisos sin prestación económica. En principio, el aplazamiento de las retribuciones iba a ser únicamente para la convocatoria del curso 2011-12, pero, finalmente, la Administración dio continuidad a aquella supresión, lo que dejaba a maestros y profesores sin la oportunidad de acogerse a una licencia para estudiar cobrando dinero.

Estos permisos, destinados a facilitar la formación del profesorado, también están disponibles, sin retribuir, para catedráticos, profesores técnicos de FP, o inspectores de Educación al Servicio de la Administración Educativa para cursar estudios universitarios de grado hasta un mínimo de 50 créditos.