El próximo jueves, 10 de septiembre, el Congreso de los Diputados vota la convalidación o la derogación del decreto ley 27/20 que el Gobierno de España aprobó el pasado 4 de agosto. Con esta norma, el Ministerio de Hacienda condicionará el reparto de un fondo extraordinario de 5.000 millones a que los consistorios presten sus ahorros (remanentes) al Estado. El decreto tiene pocas posibilidades de salir adelante, puesto que más allá del PSOE, todos los partidos han criticado la propuesta. Y el primer edil zaragozano, Jorge Azcón (PP), ha sido uno de los que más ha peleado contra la norma. Estos han sido los pasos que han llevado a la ruptura entre Hacienda y el consistorio de la capital aragonesa.

ANTECEDENTES

Cuando se hizo evidente que la crisis económica provocada por el covid-19 iba a hacer mella en los ingresos del ayuntamiento, el alcalde de Zaragoza se alió con los regidores de otras seis grandes ciudades (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga y Murcia) para pedir dinero al Estado y poder tapar el enorme agujero que el coronavirus estaba originando en los servicios de transporte público. Sin dinero extra, el equipo de PP y Cs dice que Zaragoza no podrá ayudar más a sus vecinos. En la actualidad, la aminoración de ingresos en las arcas municipales zaragozanas podría acercarse a los 100 millones. Más tarde, después del confinamiento, las ciudades acordaron demandar un fondo de 5.000 millones de euros a fondo perdido. Desde entonces, Azcón siempre defendió que a Zaragoza tendrían que llegar unos 70 millones de euros, ateniéndose a la población de la ciudad. Además, los alcaldes también solicitaban que los municipios pudieran gastar libremente sus ahorros. Desde el año 2012, cuando entró en vigor la Ley de Estabilidad Presupuestaria (Ley Montoro), los ayuntamientos no pueden gastar el dinero sobrante del año anterior.

LA PROPUESTA

Y cuando Zaragoza se las prometía felices, el regidor zaragozano informó de que la ciudad no iba a recibir ni un euro. Y todo porque Hacienda había condicionado el acceso al fondo extraordinario a que las ciudades prestaran al Estado sus remanentes. Y, según el equipo de Azcón, Zaragoza no dispone de ahorros que ceder. La propuesta del Ministerio de Hacienda pretende regular que los ayuntamientos le cedan sus remanentes para devolverlos en un plazo máximo de 15 años y con intereses. Además, las ciudades que presten dinero tendrán acceso a un fondo extraordinario de 5.000 millones de euros para paliar las consecuencias del coronavirus en las arcas municipales y a otro de 275 para el transporte.

¿HAY AHORROS?

Como se ha indicado, la norma no gustó a Azcón porque Zaragoza no puede entrar en la ecuación, al no contar con remanentes. Pero lo cierto es que la ciudad sí que los tiene: 40,5 millones. La cuestión es que, según PP y Cs, esa cantidad estaría comprometida, ya que unos 8,5 millones de euros irían a pagar facturas pendientes a proveedores y el resto a compensar sentencias judiciales. Pero el PSOE y el resto de grupos de la izquierda han defendido que existe jurisprudencia al respecto y que Azcón no estaría obligado a renunciar a este dinero. Esta pasada semana, los socialistas le pidieron al regidor que negocie un plan de pagos con las contratas municipales para quedarse con unos 30 millones de remanente y poder entrar en la jugada.

GUERRA ABIERTA

Desde que Hacienda desvelara su plan, multitud de alcaldes han mostrado su rechazo a la propuesta, incluida Ada Colau, cercana al vicepresidente Pablo Iglesias. Entre los ayuntamientos grandes, todos menos los del PSOE (31 en total) han firmado un manifiesto rechazando el decreto ley y pidiendo que no se condicione el reparto de los fondos a que los consistorios cedan sus ahorros. Azcón anunció la semana pasada un pleno para este martes en el que empujará a los partidos de la oposición a posicionarse sobre el decreto, pero el PSOE municipal ya ha anunciado que no renunciará al mismo. Pero no todo han sido críticas al decreto de Montero, ya que algunos alcaldes, incluido el de Málaga, que ahora se ha alineado con Azcón, la asumió como buena en un principio. En Aragón, muchos pequeños ayuntamientos lo ven como una salida a los ahorros que llevan años guardando y que no pueden usar. Y en algunos sectores del PP autonómico ven la jugada de Azcón contra el Gobierno de Sánchez como una forma de ganar visibilidad a nivel nacional. Estos han sido los capítulos de esta serie hasta ahora. A partir del martes, más.