"Los hijos de los rumanos que hace años emigraron a España no se sienten rumanos. Se sienten españoles. Algunos con acento, incluso, han llegado a negar su procedencia, asegurámdome que eran de Casetas". Esta puede ser una de las claves de la llegada de colonia centroeuropea a España, fenómeno que analiza Jorge Garris, doctor en Historia y licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Uned, en su obra Los rumanos en España. Aspectos clave de su historia aragonesa (Círculo Rojo).

La tesis aborda el periodo comprendido entre 1990, en el que apenas había 10.000 rumanos en Aragón, hasta 2012, cuando ya sumaban casi 70.000, hasta el punto de haberse convertido en la colonia extranjera más numerosa en Aragón y en el resto de España. La laxitud en los requisitos para cruzar la frontera, el carácter rural de buena parte de la sociedad aragonesa, el carácter individualista y sacrificado de los rumanos y su deseo de labrarse una vida mejor aquí son algunas de las claves.

"El emigrante medio rumano ha venido a buscarse la vida, a escolarizar a sus hijos; se ha comprado una casa y no quiere saber nada de la política", analiza Garris. El próximo 15 de mayo, a las 18.30 horas, presentará su obra en la sala Gracián de la Uned de Calatayud. Un acto al que asistirán el cónsul de Rumanía en Zaragoza, Alexandru Ion Steriu.