Daquia Rahou no podía reprimir ayer las lágrimas. Había regresado de Argelia el día anterior y se sentía angustiada tanto por no encontrar a sus hijos como por el escándalo mediático del que ha sido protagonista por el supuesto abandono de los niños en Zaragoza mientras viajaba a su país.

"Mis hijos quedaron al cuidado de una prima, pero ella se fue a Francia por motivos que desconozco. ¿Cómo puede alguien abandonar a sus hijos? No soy una mala madre", manifestó a el PERIODICO DE ARAGON.

La mujer acudió ayer al Servicio de Protección a la Infancia y Tutela del Gobierno aragonés para conocer la situación de sus hijos y explicó las circunstancias de este asunto, Le acompañaban su abogado, Juan Carlos Macarrón, y Pedro, miembro de la ONG Cooperación Internacional que ha ayudado en varias ocasiones a la familia.

"Tampoco creo yo en el abandono. El sacrificio de esta mujer por sus hijos es encomiable y siempre ha estado pendiente de ellos. Desde hace cuatro años ha sacado adelante a su familia, con las dificultades que tiene por ser inmigrante", explicó Pedro.

Daquia, de 32 años y natural de Orán, llegó a España con su marido y tres hijos. En Zaragoza nació el cuarto, que ahora tiene cinco años. Hace cuatro falleció su suegro y su marido viajó a Argelia para asistir al entierro, pero murió en un accidente.

La mujer se quedó sola y con cuatro hijos, el menos de un año. Sus familiares le animaron a que volviera a su país, donde estaría mas apoyada, pero ella se negó a regresar porque, según decía, "mis hijos tienen futuro en España, lo que no ocurriría en Argelia".

Pedro conoció a la familia hace tres años cuando su ONG pintó la casa donde vivía, en la calle Las Armas. "Con otras personas no te implicas tanto, pero Daquia merecía ser ayudada. Su máxima preocupación era salir de aquel piso, porque en el mismo inmueble se vendían drogas y temía por sus hijos", señaló el joven.

Daquia, que ha sacado a los niños adelante trabajando por horas en limpieza doméstica o, temporalmente, en alguna empresa, recibe una gran ayuda de su hija mayor. Según Pedro, "tiene 12 años, pero una mentalidad de 16, porque le ha obligado la vida. Se encargaba de que sus hermanos fueran todos los días al colegio".

La familia vive ahora en un piso de la Sociedad Municipal de Rehabilitación de la calle Emmeline Pankhurst y, el pasado día 5, la madre viajó a Argelia para tramitar la documentación que le pedían en España para nacionalizar a sus hijos, incluido un certificado de defunción de su marido.

En Protección a la Infancia escucharon la historia de Daquia, pero le dijeron que aún no podía ver a sus hijo, que están en un piso de acogida. El personal que atiende a los niños tiene que evaluar los hechos antes de tomar una decisión, aunque la mujer podrá verles el próximo lunes. Además, le informaron de que sus hijos mostraban signos de presuntos malos tratos.

A este respecto, el abogado Juan Carlos Macarrón explicó: "Es posible que el sistema de educación empleado no sea el convencional y que los niños hayan recibido algún tortazo ocasional. Pero esto es algo que sucede en miles de familias españolas. Conozco varias en Zaragoza que no han tenido que desenvolverse en un situación tan dura como Daquia y no han sido amonestadas por este tipo de educación. Puede perjudicarle que es inmigrante, aunque tiene los papeles en regla".

Horas después de entrevistarse con este periódico, Daquia fue localizada y detenida y, tras declarar en dependencias policiales, quedó en libertad de conformidad con la Fiscalía de Menores.