La Star Party (fiesta de las estrellas) más multitudinaria de España se celebra hoy en el planetario de Huesca, el lugar de encuentro para más de 2.000 personas venidas de distintos puntos del país dispuestas a disfrutar de la noche más mágica del cielo de verano, en la que se sienten más cerca que nunca las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo.

Una pradera de más de dos hectáreas junto al Espacio 0.42, el centro astronómico aragonés ubicado en el Parque Tecnológico Walqa, es el escenario desde el que contemplar el firmamento y observar las constelaciones y galaxias, "una forma diferente de sentir las estrellas, con las historias que las rodean y en compañía", según ha explicado a Efe el presidente de la Asociación Astronómica oscense y organizador del encuentro, Alberto Solanes.

Para Solanes, los asistentes "solo tienen que traer una manta o lo que consideran necesario para acomodarse en la hierba" y escuchar las explicaciones de sus monitores, "los que les guían en la fiesta más multitudinaria de las Perseidas", que este año cuenta con un servicio de picnic, una zona chill out y una sesión musical para amenizar el fenómeno estelar.

Una decena de telescopios científicos de gran alcance con los que trabaja el centro permiten observar con claridad las Lágrimas de San Lorenzo en la noche más idónea del año.

También la luna en cuarto menguante, el planeta Saturno, la estrella doble de Albireo, unida a su pareja por la fuerza gravitatoria, el cúmulo de Hércules y la galaxia de Andrómeda, entre otros cuerpos celestes.

A partir de las 23.00 horas, los miembros de la agrupación astronómica oscense, profesionales de otras asociaciones y aficionados venidos de Zaragoza, Barcelona, Madrid y Valencia, entre otros destinos, comienzan su vigésimo octava Star Party, una iniciativa que empezó como una pequeña romería desde la ermita de Loreto en las afueras de la ciudad.

Las Lágrimas de San Lorenzo vuelven a ser las protagonistas del cielo de agosto, en un momento en el que la Tierra barre el rastro de partículas dejado por el cometa Swift-Tutle, que da la vuelta al sol cada 135 años y que posa en su órbita estas pequeñas motas de polvo luminosas.

Cuando esas partículas entran en la atmósfera terrestre a gran velocidad y se desintegran por la fricción se produce lo que se conoce como lluvia de estrellas. Las más conocidas, la de las Perseidas, coinciden en Huesca con las fiestas patronales y se han convertido este año en símbolo cultural de la ciudad.

El ritmo es de más de medio centenar de meteoros caídos a la hora y el momento más idóneo para su observación es siempre después del anochecer, evitando la luz de la luna, ya que el satélite de la Tierra impide ver las Perseidas más débiles.

Para disfrutar de las estrellas fugaces de la constelación de Perseo, desde el planetario recomiendan alejarse de las ciudades, acudir a campo abierto, evitar la contaminación lumínica y mirar al norte, donde se encuentra el origen de las partículas.

La actividad presume de congregar a gente de todas las edades, "por el interés creciente en la astronomía y porque la velada puede ser romántica, científica y muy apta para los niños", a quienes se les ha preparado un concurso de deseos, premiados con una visita a la Ciudad de las Ciencias en Valencia, ha apuntado Solanes.

Mirar al cielo en una de las noches más mágicas de año tendrá premio para aquel que imagine el deseo más solidario, ecológico y beneficioso para su colegio y su ciudad.