Más de 600 millones de personas en el mundo, «muchas de ellas mujeres», no tienen acceso al agua potable y más de 2.000 millones no disponen de saneamiento hídrico y, por ello, «no pueden realizar la higiene habitual básica».

Así lo aseguró el exdirector general de la Unesco y presidente de la Fundación para una Cultura de Paz, Federico Mayor Zaragoza, durante la inauguración del seminario internacional El agua y los ecosistemas fluviales en la ciudad, que arrancó ayer en Zaragoza y se prolongará hasta mañana.

«Por primera vez en la historia estamos ante fenómenos irreversibles», advirtió Mayor Zaragoza, quien también señaló que «ha llegado el momento de la acción» porque, a su juicio, no hacerlo sería «un enorme error histórico intergeneracional» que dejaría a generaciones venideras en «condiciones de vida muy inferiores a la calidad actual».

Por su parte, el presidente para la Fundación Nueva Cultura del Agua, Abel La Calle, precisó que se trata de un problema de conocimiento y de difusión y que jornadas como este seminario «ayudan a acortar esa ignorancia y aproximarnos a distintos los problemas».

«La ciudadanía y el agua tenemos una relación de deseo y olvido», explicó La Calle, porque los ciudadanos «añoran» la naturaleza aunque, al mismo tiempo, «se olvidan de ser coherentes» con ese deseo en su vida cotidiana y en sus actuaciones.

El presidente de la Fundación incidió en la necesidad de «tratar de una forma diferente al río» como una posible solución a los retos a los que se enfrentan los ecosistemas acuáticos. Ayer también intervino el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, que destacó la importancia de hacer «una reflexión sobre el legado inmaterial» de la Expo del 2008 dedicada al Agua y al desarrollo sostenible, de la cual se cumple su décimo aniversario, y manifestó su preferencia por una «gestión directa del recurso» como una «garantía» del servicio a la población aragonesa.