Cuando llega San Blas la Máscara de Ateca recorre las calles de la localidad que lleva su nombre. Este año no va a ser posible por culpa de la pandemia, pero un libro va a permitir revivir esta tradición y descubrir los entresijos de la historia de este personaje bajo el título Cascabeles entre bandas rojigualdas, realizado por el historiador Francisco Martínez y editado por la Fundación Fernando el Católico de la Diputación Provincial de Zaragoza. En la presentación se dejó ver a Jesús Lozano, que encarna actualmente a esta figura y que generó gran expectación entre los zaragozanos.

La documentación para esta investigación comienza con un artículo de un cronista anónimo que describe de manera «exquisita» la fiesta de san Blas de 1896 y que es uno de los primeros registros de esta tradición. Pasados 125 años, ha añadido Martínez, la fiesta apenas ha sufrido modificaciones, más allá de algunos aspectos como que antes se tiraban tres piedras al personaje y, ahora, se arrojan frutas. La publicación, dividida en 34 capítulos, analiza de manera exhaustiva el vestido y los atributos de la Máscara, lo que se sabe de sus orígenes, la ermita y el altar de san Blas, la vida de este santo o incluso los insultos proferidos hacia el personaje. Aunque los inicios de esta tradición no están claros, Martínez apunta a que se trataría de un botarga, un personaje habitual en las fiestas populares en las que se usaban disfraces estrafalarios, con reminiscencias de las celebraciones del Corpus Christi.

Por otro lado, indica el historiador, la Máscara podría estar relacionada con las contiendas entre absolutistas y liberales del siglo XIX, al dibujar un personaje que quiere subir al cerro de san Blas pero se enfrenta a otros que lo impiden.

Ataviada con un traje rojo y amarillo, un gorro, cascabeles, un sable y un escudo, la Máscara tendría que hacer su aparición en la plaza España de Ateca este martes para correr con los niños de la localidad, que intentarían arrancarle los cascabeles. Como es costumbre, en los últimos tiempos, los vecinos intentan arrancarle los 50 cascabeles que este personaje lleva encima.

Por la noche, los vecinos se reunirían con el personaje alrededor de una gran hoguera y, este miércoles, día de san Blas, la Máscara ascendería al cerro, mientras los jóvenes intentarían impedirlo arrojándole fruta. Una vez allí, se forma un círculo con todos los congregados y se canta la canción del puente de Alcolea.

Sin embargo, este año, Jesús Lozano -que ya se vistió de Máscara el año pasado- no saldrá a la calle por la pandemia, y el alcalde de Ateca, Ramón Cristóbal, hicieron un llamamiento a la ciudadanía para minimizar los contactos sociales en las «no fiestas». Esta celebración fue declarada Fiesta de Interés Turístico de Aragón en 1995.

Las personas que han hecho de Máscara siempre han sido vecinos de Ateca o personas con un vinculación muy estrecha con este municipio, «algunos ilustres» y «durante muchos años lo ha estado realizando la familia Garza», apostilló Francisco Martínez. El libro tiene el precio de 14 euros.