Está deseando volver a la rutina, a su casa en el pueblo, a su huerto, al que no acude desde que el pasado día 4 se cayó cuando regaba y se rompió el brazo. José será hoy dado de alta de la infección por legionela que ya ha superado y que le obligó a permanecer seis días en estado grave en la UCI. "Me he salvado porque estaba sano, porque no soy fumador, ni bebedor, porque llevo una vida tranquila, siempre en el huerto, y sin ningún exceso", exclama mientras reflexiona sobre lo que le ha ocurrido.

Una fractura en el brazo por una caída fortuita le llevó hasta el Clínico. Fue trasladado en ambulancia y permaneció 11 días ingresado hasta que se repuso. A mitad de estancia, notó que empezaba a perder el apetito. "Yo no sé si por la ventana pudo entrar algo de legionela arrastrada por el aire. Desde luego, nosotros la abríamos sin ninguna maldad y nadie nos dijo nada".

Fue dado de alta a mediados de mes. Durante los días sucesivos, los síntomas comenzaron a aflorar. "Empezó a tener fiebre muy alta y no entendíamos qué pasaba", comenta su esposa. Un médico le dijo que lo tenían que ingresar y así acabó volviendo al Clínico.

En las Urgencias del hospital todo fue muy rápido. "Mi marido al verme tan sorprendida y sin entender nada incluso preguntó, ´pero ¿tan grave estoy?´ Y se lo llevaron", explica la mujer de José con la amargura del que todavía no ha superado tanto sufrimiento. El permaneció grave en la UCI, aunque consciente. "Veía a mi esposa preocupada y hablando con los médicos, que a mí no me decían nada. Yo me preguntaba: ´madre mía, ¿que pasará?´".

Este sábado pasó a planta. Desde entonces los médicos le han mantenido en continua vigilancia. "Ha estado muy bien atendido y eso lo quiero agradecer. Nos decían que hasta que no estuviera limpio no se iría". Hoy José vuelve a casa.