"Me tiré del tren porque vi que el niño seguía en el suelo y no se levantaba". Natalia Martínez, madre de dos pequeños que viajaban en el tren accidentado el jueves en Juslibol, relató ayer el modo en el que se produjo el siniestro en el que resultaron heridas seis personas, entre ellas, ella misma.

"Como todos los años, celebrábamos todos los cumpleaños de los niños que cumplen en el último semestre del curso. Fuimos los padres quienes organizamos la excursión en el tren, por eso viajábamos con ellos cuando se produjo el accidente", explicó.

Ella iba montada en el tercer vagón con su hijo pequeño cuando el tren se subió a la rotonda y arrojó a un niño fuera del vehículo. "Al ver al niño tendido en el suelo empezamos a gritar al conductor que parase y a golpear el cristal, pero como llevaba cascos no había forma de que nos oyera. Como vi que no se levantaba, dejé a mi hijo y me tiré del tren para ver cómo estaba el chaval. Estaba consciente pero grave", recordó.

Al final, cuando el conductor del tren vio que se había arrojado y que un coche que venía en dirección contraria frenaba en seco haciendo una brusca maniobra, el chófer se dio cuenta de lo sucedido y se detuvo. "Se hicieron eternos los segundos", apuntó la madre.