Una monumental granizada que duró 15 minutos colapsó ayer la ciudad de Teruel, cuyas calles y tejados quedaron cubiertos de un espeso manto blanco que bloqueó la circulación y causó numerosos daños en viviendas, garajes y naves industriales. Se formaron retenciones en la A-23 a su paso por el término de la capital turolense.

La tormenta descargó a las nueve de la noche de forma repentina. Muchos conductores vieron cómo los gruesos granos de granizo cuarteaban los parabrisas de sus automóviles, rodeados por una tromba que dejó de 35 litros por metro cuadrado .

En el polígono industrial de La Paz, el granizo provocó el desplome del tejado de uralita del almacén de Hyper Asia, que se inundó de inmediato debido a que el granizo cayó acompañado de abundante lluvia.

También se vio afectada la fábrica Ronal, que fue uno de los numerosos lugares a los que se desplazaron los Bomberos de la Diputación de Teruel. Muy cerca, en la rotonda que da acceso a esta instalación, se quedó bloqueado un vehículo que fue preciso retirar para permitir la circulación.

Otra empresa que se vio afectada fue Fertinagro, así como numerosos garajes y bajos en casi todos los barrios de la ciudad.

Asimismo, los bomberos tuvieron que actuar para desatascar alcantarillas taponadas y fue preciso el uso de máquinas quitanieves para apartar el granizo.

La capital provincial, donde la temperatura se desplomó de 23 a ocho grados en segundos, no fue el único punto afectado. Las tormentas de granizo castigaron ayer otras partes, como el Bajo Aragón, donde hubo problemas para circular entre Alcañiz y la provincia de Castellón. Los daños en la agricultura pueden ser asimismo cuantiosos pero no se ha hecho aún una evaluación.