La siniestralidad viaria en Aragón sigue creciendo este año, y contando con el accidente del pasado viernes son ya 31 las víctimas mortales contabilizadas por la Dirección General de Tráfico, seis más que el año pasado a estas alturas. En realidad la cifra es algo mayor, ya que en esta estadística no computan aquellos que fallecen pasadas más de 24 horas después del accidente, de los que hay al menos un caso en la comunidad.

Las víctimas se han producido además en un mayor número de siniestros, 28 accidentes por los 21 del 2013 a estas alturas. A nivel nacional, los accidentes también han ascendido ligeramente --de 471 a 474, con datos actualizados a 10 de julio-- aunque las víctimas son las mismas, 532.

En la última comparecencia pública en la que el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, ofreció datos sobre siniestralidad, señaló que los accidentes a nivel general, contando los que se saldaban con heridos leves y graves, la cifra había descendido un 8%. Pero los datos públicos de la DGT a este respecto no están actualizados desde octubre del 2013, por lo que no se sabe si este porcentaje se mantiene a la baja en los últimos meses.

El accidente mortal más común con diferencia, este año, está resultando la salía de vía, con 22 de las 31 víctimas mortales en Aragón, frente a las nueve personas que murieron en colisiones entre vehículos. En accidentes, la cifra es aún mayor, ya que las colisiones suelen provocar mayor número de fallecimientos, y este año los ha habido de dos y tres víctimas.

VÍAS SECUNDARIAS Una proporción parecida se observa respecto al tipo de vía en la que suceden los siniestros mortales, ya que 20 de las víctimas lo fueron en carreteras autonómicas y caminos vecinales, frente a once en la red estatal. Solo dos de estas perdieron la vida en autovía, ambas en la A-23, la que más incidencias está sufriendo en las últimas fechas.

Las vías más tradicionalmente peligrosas de Aragón, los tramos sin desdoblar de la N-232 y la N-II, han registrado cuatro víctimas mortales, todos en esta última.

Aunque los choques se siguen produciendo, y algunos muy aparatosos --recientemente un choque entre tres camiones mantuvo la N-232 cortada varias horas--, la línea continua y la precaución están consiguiendo que al menos no sean mortales en su gran mayoría. Lo que no quiere decir que los alcaldes de la zona y los partidos políticos no sigan reclamando el desdoblamiento o al menos liberar el peaje de las autopistas.

Pero el problema se ha trasladado definitivamente a las vías autonómicas y secundarias, muchas con un deficiente mantenimiento.