Una mujer de 37 años se sentará próximamente en el banquillo acusada de abusar y acosar sexualmente a un hombre de 61 años en la capital aragonesa. La procesada, Yulia N., afronta una condena máxima de 3 años de prisión, así como la prohibición de acercarse a la víctima a su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro frecuentado por la víctima a menos de 300 metros.

Los hechos por los que será juzgada tuvieron lugar un 21 de octubre del año pasado. Señala el ministerio público que ella no aceptó la ruptura sentimental y que comenzó a esperarlo cerca de su casa y a seguirlo por la calle hasta el punto que un día se abalanzó sobre él cuando estaba descargando varias cosas de su vehículo. «Con ánimo libinidoso le tocó los genitales, llegándose a introducir dentro del coche», destaca la Fiscalía que resalta que le exigió que la llevara hasta su domicilio. Una vez allí, según la acusación, se negó a salir del turismo, volviéndole a introducir la mano en los genitales. Ante todo ello, el hombre decidió salir a la calle para pedir ayuda. Coincidió que por la zona circulaba una patrulla policial y la encausada decidió darse a la fuga.

Pero no fue el único episodio que sufrió este hombre, ya que cinco días más tarde volvió a esperarle en el garaje y cuando este iba a acceder al vehículo «se le tiró encima, le tocó los genitales y le pidió mantener relaciones sexuales» en dicho lugar.

El hombre consiguió zafarse de la encausada y huyó por las escaleras del edificio, refugiándose en el interior de un bar. Allí la encausada le estuvo esperando una hora hasta que el hombre salió del establecimiento corriendo, si bien fue seguido por ella.

En un momento dado consiguió alcanzarle y empezó a besarle y realizar tocamientos. Un viandante lo vio y decidió dar el alto a una patrulla de la Policía Local. Rápidamente se desplazaron hasta dicho lugar y vieron a una joven encima de un hombre, al que abrazaba, besaba y no le dejaba avanzar. Fue arrestada al instante. La mujer, defendida por la abogada Carmen Sánchez Herrero, señaló en instrucción que ella se comporta así porque no es aceptada por la familia de él.