La nevada histórica que dejó la borrasca Filomena a Zaragoza bajo un manto blanco el pasado día 9 dejó tras de sí una incidencia en el aeropuerto de la capital aragonesa que tardará en resolverse mucho tiempo, salvo que los acontecimientos den un giro de 180 grados. Un avión Boeing 777 de la compañía Qatar Airways sufrió una avería en el motor que acarreará una factura millonaria de la que nadie, al parecer, quiere hacerse responsable. Las fuentes oficiales de todas las partes afectadas guardan silencio sobre un sobresalto que conoce prácticamente todo el personal de la terminal, y es que el carguero que portaba mercancía de la multinacional Inditex y que finalmente logró tomar pista en Garrapinillos se debió averiar, según la aerolínea, por las condiciones en las que esta se encontraba, y de lo que ahora hace responsable a la empresa con la que operaba este envío y a la propia gestora de la instalación, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) que tampoco quiso hacer declaracionessobre el incidente pero sí garantizaron que el aeropuerto estaba "plenamente operativo y en condiciones de seguridad".

Fuentes oficiales de la empresa pública eludieron hacer valoraciones sobre esta avería en pista al tratarse, explicaron, de una incidencia entre las empresas que realizaban este servicio aéreo. Una de ellas es Swissport, uno de los dos operadores de handling en la terminal de carga aragonesa y el que se encarga, precisamente de envíos como este de Qatar Airways para Inditex. Consultados por este diario, ni siquiera confirmaron el vuelo del que se trataba. Era una aeronave que después tenía previsto partir en dirección a México, donde hacía escala antes de volar de nuevo hasta la pista del aeropuerto neoyorquino John Fitzgerald Kennedy.

Lo que sí remarcaron por parte de Aena, y es muy relevante en estos casos, es que el aeropuerto "operaba con normalidad" ese día y que cumplía las instalaciones cumplía con los estrictos protocolos de seguridad que se aplican en la limpieza de la pista y el mantenimiento de las condiciones que se exigen para que cualquier operación se pueda llevar a cabo sin ningún riesgo. Pero fuentes consultadas por este diario aseguraron que la aeronave tuvo muchos problemas de estabilidad para mantenerse dentro de la pista al tomar tierra. Así que tampoco se puede descartar la hipótesis de que el propio motor sufriera una avería al margen de la maniobra, incluso antes de aterrizar. Los hechos se están investigando.

Según los expertos, un motor puede costar reparar más de tres millones de euros y hasta siete si se tiene que sustituir por otro nuevo. Esta aeronave de casi 300 toneladas de peso máximo en el despegue cuenta con dos motores y una capacidad de 202 metros cúbicos (el bimotor que más tiene del mundo) para llevar hasta 112 toneladas de peso en la bodega). Podría haber sido mucho peor pero al final, al parecer, la operación pudo llevarse a término y descargar la mercancía en Zaragoza. Así que todo queda ahora en una cuestión meramente económica, quién paga esa avería.

Tras este incidente, silencio absoluto por todas las partes implicadas y pulso entre los responsables de la aerolínea y las empresas con las que operaba ese vuelo para decidir quién asume finalmente el coste. Mientras Qatar Airways y Swissport siguen trabajando en las rutas habituales como Doha.