El obispo de Tarazona, Eusebio Hernández, tuvo que volver ayer a declarar por el caso de mosén Florencio, imputado por descapitalizar las cuentas parroquiales de Borja para atender las supuestas extorsiones del clan Zapato Veloz.

La magistrada del Juzgado de Tarazona es la segunda vez que le llama para saber cuál es la posición que quiere tomar la Iglesia en este proceso. La extracción de 185.000 euros de los fondos debería empujar al prelado de la Diócesis turiasonense a pedir responsabilidades o a apoyar la labor desempeñada hasta el momento por la Guardia Civil.

Hernández siempre ha defendido la inocencia del religioso, rechazando así la idea de perjuicio. No obstante, anunció una investigación interna que no se ha iniciado.

Ante esta situación, la magistrada no ha cejado su empeño y se ha dirigido a la Santa Sede para saber cuál es la opinión del Papa Francisco.

Actualmente Florencio Garcés está apartado de su actividad pastoral en Borja por decisión propia.