El Gobierno de Aragón sigue mostrando su rechazo rotundo a la presencia del oso en las comarcas pirenaicas. Y así se lo ha trasmitido el consejero de Agricultura, Joaquín Olona, a una representación de alcaldes del Sobrarbe con los que ha mantenido un encuentro en el que les ha trasladado el contenido de las reuniones que mantuvo el pasado martes en el Ministerio de Agricultura. “Mantenemos nuestra posición porque genera un gran rechazo social”, indicó. Además, anunció que se está trabajando en una revisión de los protocolos de actuación tras los ataques, para logara una respuesta “más rápida y eficaz” y recordó que la retirada de los animales problemáticos no está descartada, aunque requerirá de un acuerdo político y científico que todavía no se ha producido.

“Les hemos recordado a los implicados que el sistema aragonés de compensaciones es uno de los más avanzados”, indicó. Esto supone otorgar ayudas a los ganaderos por tener sus explotaciones en las áreas de acción de los osos, sin esperar a que sufran ataques. “Creemos que es un cambio de paradigma que todos deberían adoptar”, indicó el consejero.

Olona indicó además que creen necesario que Cataluña se haga cargo de animal que han reintroducido “de forma unilateral” y recordó que es imposible convencer a los ganaderos de que es necesaria la convivencia. “La biodiversidad tiene sus beneficios, pero también inconvenientes”, indicó.

Por su parte, el presidente de la comarca del Sobrarbe, José Manuel Bielsa, reiteró que la “convivencia” con el animal es “muy difícil”, pues las explotaciones no están preparadas para hacer frente a los ataques del oso. “Nos ayuda saber que el Gobierno de Aragón no apoya esta reintroducción, pero necesitamos que el resto de comunidades autónomas asuman sus responsabilidades”, dijo. Por el momento el colectivo ganadero exige la retirada de los animales.