Representantes de las plataformas de jubilados de Aragón mantuvieron ayer una reunión en el Centro de Historias, en Zaragoza, para elegir a un portavoz que represente al colectivo en una asamblea nacional que se celebrará el próximo día 11 en Madrid y en la que se diseñarán las líneas maestras del movimiento reivindicativo de los pensionistas españoles ante el año que comienza.

«A Aragón le corresponde un solo portavoz o representante, frente a los cinco de Andalucía, dado que el criterio elegido es el número de habitantes de la comunidad», explicó ayer Modesto Arjona, uno de los intervinientes en la asamblea, que continuará hoy hasta que se alcance un acuerdo sobre la persona que actuará en la capital de España como delegado de las tres provincias.

En este sentido, Arjona manifestó que se han presentado varias candidaturas de las provincias de Zaragoza y Huesca, y que la reunión está sirviendo igualmente para estudiar futuras movilizaciones, por más que en la actualidad hayan cesado las convocatorias.

«No hay grandes manifestaciones a la vista, pero dado que aún queda un largo listado de reivindicaciones sin conseguir seguro que se retoman las concentraciones», explicó Arjona, que indicó que, en el caso de Aragón, seguirán adelante las movilizaciones, como las que se celebran todos los lunes en la plaza del Pilar en Zaragoza.

Esta forma de protesta ha prendido en otras localidades de Aragón donde los pensionistas se concentran en lugares concurridos, normalmente en el centro urbano, para dar a conocer sus objetivos.

Por otra parte, en la tarde de ayer se leyó en el Centro de Historias de Zaragoza un comunicado en el que se hizo un balance del movimiento en Aragón durante el 2018 y se trazaron los objetivos que se perseguirán durante el año que acaba de comenzar.

Básicamente, las peticiones de los jubilados giran en torno a la consecución de unas pensiones dignas, con incrementos que favorezcan a los segmentos de población mayor que, en la actualidad, perciben mensualidades más bajas. Esta situación ha creado un gran malestar social que se ha visto incrementado con el impacto de la crisis económica y el descenso de los ingresos familiares debido al desempleo.