La plaza Aragón de Zaragoza lleva un mes sin ver ondear la bandera que representa a la comunidad durante un tiempo indefinido. Las fuertes rachas de viento que acompañaron a la primera tormenta de verano (en julio), además de derribar un sinfín de árboles, dañó la estructura del mástil y su base por lo que, para evitar riesgos, los bomberos retiraron la enseña.

Desde el ayuntamiento no pudieron precisar cuánto tiempo estará el mástil así ya que los servicios de Arquitectura están estudiando las afecciones y si es necesario colocar uno nuevo o se puedan reparar. En concreto, se han registrado problemas tanto en la base como en el mecanismo para izar el estandarte. Así que el monumento a Juan de Lanuza seguirá sin bandera durante un tiempo indefinido.

De seis por tres metros, actúa como una «vela de barco» y, teniendo en cuenta las rachas de cierzo que suele haber en la ciudad, supone un «peligro» mantenerla ondeando si no existe la seguridad de que el mástil se encuentra en perfectas condiciones. Más teniendo en cuenta que se encuentra en una zona abierta por donde, además de multitud de peatones, circula el tranvía.

SUCESOS / Y es que Zaragoza ya sabe lo que es que una bandera amenace con caerse al suelo durante una jornada ventolera. En febrero del 2012, el enorme mástil de la plaza de España, de 20 metros de altura, se partió por la mitad durante uno de esos días de cierzo. Por suerte, no hubo que lamentar daños personales y se convirtió en una anécdota que le generó un gran gasto a las arcas municipales.

La bandera de Aragón no siempre ha capitaneado la plaza en la que se encuentra el monumento al Justiciazgo. En el 2008, Defensa cedió a la ciudad la de España como agradecimiento por albergar el Día de las Fuerzas Armadas. CHA protestó por la colocación de un símbolo nacional junto al memorial al Justicia de Aragón. Fernando García Vicente, al frente de la institución, sugirió al ayuntamiento que colocara la enseña que representa a todos los aragoneses. Lo hizo después de recibir una queja firmada por más de 400 ciudadanos en la que se expresaba el malestar por la colocación de la bandera de España junto al monumento al Justiciazgo.

En la plaza llegaron a convivir las tres banderas, la de España, Aragón y Zaragoza, hasta que, tras meses de discusión, el exalcalde socialista, Juan Alberto Belloch, zanjó la polémica: «En la plaza de Aragón ondeará la bandera de Aragón, en la de España la bandera nacional y en la del Pilar la de Zaragoza», declaró tras izar la española tras ser retirada aquel mes de febrero, ocho meses después de que tuviera que retirarse por el capricho del cierzo.

Una bandera de las dimensiones de la que ondea en la plaza Aragón no es barata. A las arcas públicas le costó 9.000 euros. En teoría, por motivos de seguridad, las banderas deben ser retiradas cuando las rachas de viento superan los 80 km/h, aunque soportan hasta 105.