"El 95% de los diputados no tiene ni idea del contenido y alcance de las enmiendas (...) Un diputado que llevaba pocos meses en el Parlamento y al parecer quería cumplir con su deber, tenía dificultades para seguir la votación, porque el texto de una de las enmiendas había sido subdividido en dos, tras una petición in voce del ponente.

Pidió la palabra por una cuestión de orden y protestó porque "no me entero de lo que estoy votando". Sus francas palabras provocaron una cascada de carcajadas en todo el hemiciclo, pues causó mucha sorpresa el que todavía hubiera un diputado que aspiraba a enterarse de lo que votaba". (página 103)