Numerosos vecinos del barrio de Castillo Palomar, en Zaragoza, avisaron a las 11 de la noche de ayer a la Policía para denunciar que había una o varias personas en un edificio en obras y que estaban incumpliendo el confinamiento. Sin embargo, tras organizar un gran despliegue que incluyó un helicóptero provisto de un reflector, resultó que la luz que había desatado la preocupación era la que empleaba el vigilante de seguridad de la casa en construcción.

"Se han llegado a ver dos helicópteros que sobrevolaban el parque y dirigían sus focos entre los árboles, como buscando a alguien", señaló ayer un vecino de Castillo Palomar. "Estamos muy extrañados, no sabemos qué puede ser".

Al lugar donde presuntamente se burlaba el estado de alarma se dirigieron asimismo varios vehículos radiopatrulla que rastrearon el parque y sus inmediaciones.

Sin embargo, todo resultó una falsa alarma, según ha explicado un portavoz de Cuerpo Nacional de Policía, que ha precisado que solo se movilizó un helicóptero en la búsqueda del inexistente ciudadano que se había saltado el obligatorio encierro domiciliario.