El PSOE, claro vencedor en las elecciones del pasado 26 de mayo, se está tomando con parsimonia el inicio efectivo de la negociación para traducir esta victoria en resultados de Gobierno. Excesiva tranquilidad, parece, habida cuenta de lo que avanzan las negociaciones entre PP y Ciudadanos para armar una alternativa.

Si anteayer celebraron la primera reunión, con los líderes autonómicos y dirigentes nacionales, las mesas programáticas para perfilar más el proyecto común se reunieron ayer, con Ramiro Domínguez y Sara Fernández por parte de la formación naranja y Mar Vaquero y Javier Campoy por los populares, y además de avanzar en ideas también se negociaron los equilibrios de poder en algunos ayuntamientos fuera de las capitales de provincia.

En estas, en cualquier caso, tampoco tardarán en abrirse las conversaciones. Tan pronto como hoy, cuando los candidatos del PP y Cs a la alcaldía de Zaragoza, Jorge Azcón y Sara Fernández, respectivamente, se reunirán en el consistorio zaragozano. Los de Huesca, Ana Alós y José Luis Cadena, harán lo propio en el hotel Abba y en Teruel, Emma Buj y Ramón Fuertes también se encontrarán en el consistorio.

Paralelamente, la mesa de programas de ambas formaciones, con el popular Eloy Suárez y Rodrigo Gómez por Cs, entre otros, seguirá con las negociaciones en las Cortes. Los acuerdos para la DGA, según fuentes consultadas, no contemplan otra posibilidad más que la de que Luis María Beamonte sea presidente.

Además, en ambas formaciones confían en poder sumar al PAR con jugosas ofertas como garantizarle la presidencia de la Diputación Provincial de Teruel, su presencia en el Senado, una consejería en el futuro Gobierno de Aragón o algunas direcciones generales. Por el momento, Pérez Calvo entregó ayer a Arturo Aliaga el decálogo de medidas básicas que anteayer hizo suyo el PP.

MAYORÍA

Mientras el centro-derecha profundiza en su acercamiento, el PSOE sigue preparando la partida, sin mover ficha más allá de la primera reunión de la comisión negociadora, consigo mismo, de anteayer. El secretario de organización autonómico e integrante de este órgano, Darío Villagrasa, seguía considerando ayer que la presencia de un PSOE con 24 escaños en un escenario tan dividido es impepinable y tiene que tener un «papel principal» en los futuros acuerdos. En ello están, afirmó, pero sin agendas concretadas.

La confianza socialista parece basarse en que el PAR no entrará en ningún pacto que incluya a Vox, ni siquiera como apoyo externo. Según Villagrasa, la «hoja de servicio» de los aragonesistas y su programa electoral son «incompatibles con Vox y con determinadas actitudes de Ciudadanos», por lo que, aunque rehuyó aconsejar o confiar en nada, no acaba de ver esta opción. Y más allá de «jeribeques» de lenguaje, recordó, la alianza de centro-derecha seguiría necesitando a Vox para entrar en el Gobierno.