Si a cualquier zaragozano le cuentan ayer que, después de la bronca del pasado jueves, se iban a aprobar 26 de las 30 propuestas de futuro presentadas en el debate sobre el estado de la ciudad, le sonaría a broma. Lo mismo que si al alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, le auguran que sacaría adelante todas sus apuestas a largo plazo, que desbloquearía la reutilización de Pontoneros y que todos los partidos menos el PSOE (Chunta dijo sí) le instarían a sacar del orden del día de la bilateral con la DGA el polémico tema del Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA) para urgir una reunión «en 10 días».En eso radicó su éxito al final la última gran contienda de legislatura y primera electoral, el que le brindó un PP que evidenció que ha puesto al PSOE en su punto de mira y que la veda queda abierta hasta mayo del 2019.

El conservador Jorge Azcón se sabía incapaz de doblegar a la izquierda para sacar adelante su propuesta estrella de bonificar en el transporte público a los jóvenes de 8 a 26 años, y su intento de renunciar a la compra directa de energía que pretende ZeC para explorar otras fórmulas de colaboración público-privada. Así que optó por llevarse por delante otras tantas de los socialistas. La de crear un órgano asesor que ataje los problemas que está dando Contratación en la elaboración de pliegos, solo por considerarlo «un parche» a un problema que él mismo alertó también; y la de elaborar un diagnóstico sobre los proyectos y programaciones culturales de un Fernando Rivarés, responsable de área de ZeC, que los conservadores llevan meses cuestionando.

QUITARSE LA CARETA // Pero lo de ayer no iba de ideas sino de tácticas electorales. La de si yo pierdo, tú también, y que le vaya mejor a quien te puede restar votos. El pulso de dos partidos que, cuatro años después, vuelven a pensar en clave de bipartidismo y que acabaron aupando a sus principales competidores. En la izquierda, el vapuleado Gobierno de ZeC, que de «cadáver político» el día anterior, pasó a convertirse en el que más rédito sacó de la contienda. Eso, teniendo en cuenta que lo que sale de estos debates pocas veces se acaba materializando. Pero, por ejemplo, Santisteve sacó adelante una iniciativa con el apoyo del PP por la que ahora, si en el plazo de tres meses la DGA no ha cedido la parte de los antiguos juzgados de la plaza del Pilar que pactó con el consistorio, podrá judicializarlo y exigirla en los tribunales. Otro puñal a los socialistas.

El socialista Carlos Pérez Anadón ayer estaban de que sí y no quería broncas. Solo votó en contra de cuatro iniciativas (de las 30), la de los juzgados y otras tres con el sello de Azcón. Pleno a favor de CHA y, sobre todo, de Ciudadanos, para arremeter únicamente contra «la pinza» del PP y ZeC para rechazar dos de sus propuestas, y para que el Gobierno municipal litigue, como suelen hacer los conservadores, con asuntos que debería solucionar «con diálogo». «No hace falta que se judicialice, que se sienten a hablar», respondió el portavoz de ZeC, Pablo Muñoz, que recordó que si no se actúa rápido podrían perder el derecho que les ampara sobre el inmueble.

Pero a Azcón se le acumulan las dianas y Cs empieza a incomodar. Así que, como el día anterior, se dedicó a tantear a la portavoz de la formación naranja, Sara Fernández. «Si Cs es la fuerza más votada en el 2019, nosotros apoyaremos un Gobierno de Cs. Si el PP es el más votado, ¿nos apoyarán o lo harán a otras opciones?», le preguntó. «Cs se sentará a negociar y no a repartirse sillones. Su objetivo es que no gobierne la izquierda; el de la izquierda, echar al PP; y el nuestro, ni uno ni otro, sino mejorar la vida de los zaragozanos», respondió ella sorteando el órdago. Mientras sacaba todas sus propuestas adelante, solo una por unanimidad por culpa de CHA, nota discordante con el buenismo naranja.

UNIDOS CON LA UAPO // Los nacionalistas hicieron otro pleno de apuestas aprobadas, cuatro de ellas por unanimidad y, entre ellas, el plan de renovación integral del entorno del Pignatelli, su iniciativa estrella. Cumplió con los socialistas apoyando todas las iniciativas, también con ZeC, al que solo dio la espalda con la judicialización de la cesión de los juzgados, pero sí dio un paso al frente con la bilateral, pese a ser socio de Lambán en la DGA, y cargó sus tintas con la derecha, y en especial con Cs, a la que no apoyo su proyecto de cota cero en el corazón de la ciudad, similar y más amplio que el de ZeC en el Casco Histórico, solo porque «cada uno el corazón lo tenemos en una parte distinta de la ciudad».

Por último, ZeC se llevó el tirón de orejas de la oposición de nuevo con la UAPO. Dos propuestas en este sentido, una del PP y otra del PSOE -en esto sí estuvieron de acuerdo-, pedían la revocación y reversión de la modificación aplicada por el Gobierno con esta unidad. Ese «maquillaje», que no supresión como ellos defendían, matizó el portavoz nacionalista, Carmelo Asensio. Un cambio que el pacífico Pérez Anadón aceptó para rubricar el único todos contra ZeC posible ayer.