Los grupos municipales de PP, PSOE y Cs coincidieron ayer en reclamar más limpieza al Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC). Lo hicieron a través de varias interpelaciones y preguntas realizadas en la comisión de Servicios Públicos y Personal, cuyo responsable es Alberto Cubero, quien se escudó en el aumento, este año, de 4 millones de euros en la partida destinada a dichas labores. En total, el Ayuntamiento de Zaragoza invierte 37 millones de euros, tiene 467 operarios que trabajan de lunes a sábado y que se enfrentan a 12 millones de metros cuadrados.

Sin embargo, toda la oposición se mostró preocupada por el aspecto que ofrece la ciudad. La concejala socialista Marta Aparicio puso de ejemplo su calle, de la que señaló que «no hay papeles ni colillas, pero tiene un aspecto muy sucio puesto que está llena de grafitos, hay excrementos de perros y de palomas, además de que los alcorques vacíos de árboles están llenos de desperdicios», apuntó, mientras pidió a Cubero «que cuide Zaragoza con más mimo».

El popular Sebastián Contín se mostró preocupado por la suciedad que deja el botellón en parques y jardines de la capital. Cubero le replicó que 20 personas distribuídas en cuatro equipos se dedican los domingos a retirar la suciedad generada por esta práctica de ocio que está sancionada a través de la ordenanda municipal.

Desde Cs, Sara Fernández echó mano de un estudio de los vecinos de San Pablo para destacar la mala percepción que tienen sobre la falta de limpieza en las calles, si bien también rechazan el ruido existente en varias vías de este céntrico barrio. La respuesta de Cubero fue que los residentes de esa zona también reconocieron que las brigadas de limpieza «pasaban a menudo». Anunció que van a hablar con la asociación de vecinos sobre la posibilidad de colocar papeleras en las fachadas de edificios privados «ante la estrechez de las calles».