El derribo de la casa azul de Calatayud no se retrasará y comenzará "en cuestión de días", según declaró a Efe el presidente de la Asociación de Propietarios, Juan José Langa. Pese a que por cuestiones técnicas la fecha exacta no se ha podido precisar, es más que probable que los trabajos comiencen definitivamente la semana que viene, una vez finalizadas las vacaciones de Semana Santa. En la calle Justo Navarro de la capital bilbilitana se habla incluso del lunes.

Langa quiso salir así al paso de la polémica suscitada en los últimos días, que apuntaba a un posible retraso en las obras de demolición por desavenencias dentro de la comunidad de propietarios.

Un grupo minoritario de vecinos se ha desmarcado de las acciones apoyadas por la mayoría de los dueños de pisos, locales y aparcamientos de este céntrico bloque de viviendas que debe derribarse y construirse de nuevo por la aparición de una enorme sima en el subsuelo el pasado 10 de noviembre.

SIN RETRASOS Sin embargo, Langa considera que esta situación no afectará a la demolición del edificio, que la junta de la asociación de propietarios adjudicó hace dos semanas a la empresa guipuzcoana Usabiaga.

El presidente de la asociación de propietarios afirmó que los plazos se mantienen y que responden a los pasos que se han ido impulsando desde la asamblea de afectados a lo largo de los últimos meses. La primera decisión significativa que adoptaron fue determinar el estado de ruina del edificio y la necesidad de proceder a su derribo para construir luego un nuevo inmueble.

El ayuntamiento bilbilitano, que ha coordinado sus acciones con los vecinos, aprobó en febrero la declaración de ruina y unas semanas después instó a que se llevara a cabo la demolición a la mayor brevedad posible, dado el estado en el que se encuentra el edificio y el hecho de que la calle Justo Navarro esté cortada al tráfico desde que se desalojó de urgencia el inmueble.

Estos trabajos tendrán un coste de 800.000 euros y que se prolongarán entre tres y cuatro meses, según indicó hace varios días el ingeniero que ha redactado el proyecto, Ignacio Bueno.