Construir una nueva Romareda donde está ahora y levantar un complejo de ocio, compras y oficinas en 42.000 metros cuadrados para financiar la operación es la alternativa del Gobierno PSOE-CHA al anterior plan del PP, que pretendía trasladar el campo a Valdespartera y levantar mil pisos de lujo en el solar.

PP y PAR rechazan la obra y han presentado alegaciones a la exigida modificación del Plan general. Dicen que en el terreno del actual campo no hay espacio para un estadio moderno con medidas de seguridad correctas, y que la idea de CHA y PSOE causará graves problemas de tráfico y en los accesos al hospital Miguel Servet.

El Colegio de Arquitectos de Aragón también ha alegado contra el plan. Defiende que el estadio debe ubicarse en otro lugar de menor densidad urbana, preferiblemente junto al Ebro: Las Fuentes, el meandro de Ranillas o el triángulo de La Almozara frente a la futura Expo.

El departamento de Salud de la DGA, dirigido por Luisa Noeno, no ve con buenos ojos la construcción de un nuevo estadio en La Romareda. Alega posibles afecciones al Servet.

El proyecto ya ha recibido el primer informe oficial contrario, del director general de Interior, responsable de Protección Civil y subordinado del vicepresidente de la DGA, el aragonesista José Angel Biel, que rechaza el plan.

El Real Zaragoza no paga el estadio, pero opina. Su presidente preferiría un campo en las afueras.