Hay días en los que uno se despierta con menos fuerzas de lo habitual; en los que el cierzo sopla fuerte, y además en contra. Y claro, uno se rinde. Decide abandonar y se deja caer. Esto es lo que les ocurrió este mes pasado a tres pinos en el Parque Grande de Zaragoza. Desfallecieron con tan mala suerte que uno de ellos cayó cerca de unos niños --quienes no resultaron heridos-- que jugaban en la plaza de la fuente de Neptuno.

Tras el incidente, el servicio de Parques y Jardines ha tenido que acometer una inspección de los árboles del parque para talar los que presentaban mayor riesgo de caída. "En esta primera fase hemos quitado doce, pero seguimos evaluando otros que pueden ser peligrosos. De todas formas, no queremos crear alarma social, lo que ha pasado es algo que no se puede prever", afirmó Manuel Ferrández, Jefe del Servicio de Parques y Jardines.

Estos doce árboles apeados (ayer se retiraron los cuatro últimos), situados en el entorno de la ribera del Huerva, presentaban un alto grado de inclinación, una copa muy frondosa y grietas en el terreno. Justamente, las condiciones que los técnicos consideran más peligrosas.

Para Ferrández, el desplome de los tres pinos es consecuencia de las lluvias, que ablandan sus bases, y los fuertes vientos de este último mes. Además, indicó que las características del suelo de la ciudad --formado por gravas y áridos-- "no favorece la penetración y el desarrollo de las raíces de los pinos," lo que impide su anclaje en el terreno.

A la Asociación Naturalista Aragonesa (Ansar) le son insuficientes estas explicaciones y considera que "el mal mantenimiento de la poda es lo que hace que enfermen y caigan". Además, Ansar mantiene que la falta de presupuesto es el problema principal: "Deben dotar de más medios y personal al servicio". Ferrández coincide en este punto y cree que "la plantilla es insuficiente".

Por su parte, la concejala de Parques y Jardines, Isabel López, afirma que este mal mantenimiento denunciado por los ecologistas no es tal, aunque sí reconoce que "me gustaría tener más personal". Además, según indicó a este diario, López propondrá más presupuesto en la partida final para estos proyectos y aseguró que después del Parque Grande, "la iniciativa continuará en otros parques de la ciudad como el Pignatelli, el Tío Jorge o el Castillo Palomar".

Unos parques que, según las estimaciones del ayuntamiento, dotarán a la ciudad de seis millones de metros cuadrados de zonas verdes para el año 2008. Y es que, como advierte Ferrández, "tenemos la obligación de aumentar y cuidarlos parques, porque purifican el aire y son un seguro para nuestro futuro" . Lo que haga falta para que nuestros árboles no vuelvan a desfallecer y a dejarse caer. El viento debe soplar a favor.