El futuro del paso internacional del Canfranc, cerrado hace más de 30 años, ha quedado en manos de las dos regiones por las que cruza la línea a ambos lados del Pirineo: Aragón y Aquitania. Y se ha vinculado estrechamente a la construcción de un nuevo túnel de baja cota por el Pirineo central, el conocido como proyecto del Vignemale.

Así se concluye del acuerdo alcanzado por los Gobiernos de España y Francia en la cumbre celebrada el martes en Zaragoza. Los ministerios español de Fomento y galo de Equipamientos reafirmaron su apuesta por el Vignemale, que quieren empezar a estudiar en firme el año próximo. Pero trataron la iniciativa de reabrir el Canfranc de forma residual y trasladaron el protagonismo a las regiones.

Fuentes de Fomento adelantaron la intención del ministerio de promover en un corto plazo un encuentro de las dos administraciones estatales y las dos autonómicas involucradas, la de Aragón y la de Aquitania, para buscar fórmulas que hicieran viable la reapertura (una actuación en la que el Ejecutivo galo no quiere invertir).

Así, el futuro de la línea dependerá del compromiso regional y ya empiezan a barajarse posibilidades que, en todo caso, van íntimamente unidas al Vignemale. Otras fuentes consultadas explicaron que dado que ambas líneas compartirían una buena parte del trazado, el Canfranc podría aprovecharse del túnel de baja cota. De esta forma, la reapertura exigiría un esfuerzo menor (en su tramo final y en el túnel) y más fácil de asumir. Para la explotación, podría hablarse de una concesión.

Las citadas fuentes indicaron que si queda alguna posibilidad de que se reabra el Canfranc ésta pasa, inevitablemente, por el Vignemale. Lo contrario, añadieron, llevaría a vía muerta . Cabe recordar que mientras España invierte en la recuperación de esta línea y la mantiene en servicio, la infraestructura en el lado francés está abandonada .

Los defensores de este proyecto instalaron una pancarta en el centro de la ciudad durante la celebración de la cumbre.