La Red del Agua Pública en Aragón (RAPA) evidenció ayer que el recargo territorial de cinco millones de euros que los aragoneses tendrán que pagar en la factura de la luz tiene que ver con el antiguo canon de saneamiento de aguas -ahora reformulado como el Impuesto por la Contaminación de las Aguas (ICA)- y con el de daño medioambiental causado por la emisión de gases.

Este sobrecargo de cinco millones se debe a los sobrecostes energéticos que las compañías eléctricas tuvieron que afrontar en el 2013 por estos impuestos autonómicos. Los consumidores solo notarán un recargo puntual de poco más de tres euros.

La RAPA, que exige una supresión de este tributo y una reformulación del modelo de saneamiento de aguas, ha instado de nuevo al Gobierno de Aragón a que deje de cobrar el ICA y ha anunciado nuevas protestas.