Que la limpieza viaria sea el problema que más preocupa a los zaragozanos está fuera de toda duda. Ahondar en los factores que provocan esa percepción y cómo afecta más a unas zonas que otras está en la agenda del nuevo Gobierno PP-Cs en el consistorio. Vincular las cifras de la contrata a lo que se ve en plena calle llevaría a constatar qué los recortes que llevan años aplicándose tienen mucho que ver en ello. Es un factor clave, y especialmente en días como hoy, durante los cuatro meses de verano, en los «se nota mucho más» porque desde hace siete años «se aplica un recorte del 20%» en los servicios ordinarios que se prestan. Habitualmente son unos 580, desde junio se dejan de hacer 112. Pero es que en invierno son 26 menos que lo que era normal cuando la limpieza no era una preocupación tan relevante.

«Al final, por mucho que se quiera, hay que distribuir los medios que hay», explicó a este diario desde la contrata el jefe de servicio, Sergio Ruiz. Son, desde hace siete años, 112 personas las que no salen a las calles a limpiar toda esa suciedad que el ciudadano lamenta y denuncia. «Para barrer, a llevar cubas de agua, hacer el baldeo de las calles, a desbrozar malas hierbas y adecentar solares...», detalló el responsable.

Esta reducción «se aprecia más en verano» y en zonas especialmente afectadas por otros factores que influyen en la apariencia de las calles: la falta de civismo, el botellón o vandalismo en general y el incumplimiento o desconocimiento de las normas para la recogida de basura. Un ejemplo claro hoy en día, más allá del casco antiguo, es la calle Delicias, un eje comercial muy transitado que ve empeorar la imagen que esta ofrece desde las primeras horas del día. Ayer mismo, el entorno más próximo al Jardín Vertical, amanecía lleno de porquería, y aseguran desde la contrata que «es habitual».

«Estamos detectando cómo hay gente que desde que cierran los establecimientos, pasadas las 20.00 horas, hasta que pasamos a recoger la basura, a partir de las 23.00, se dedica a romper las bolsas y esparcir su contenido por la calle», explicó Ruiz. Y por mucho que se adelante la recogida, los vándalos siempre son más rápidos que FCC. Para la empresa es, sin duda, un «punto negro».

Además, otro de los problemas que preocupan es la acumulación de basura y otros objetos en las inmediaciones de los contenedores. «Hay calles en las que regularmente aparece mobiliario que no se ha solicitado su recogida al 010 o se baja fuera de hora, o bolsas que los vecinos dejan sin meter en los depósitos o lo hacen después de que pase el camión», relató José Miguel Marco, encargado de FCC. «Y a veces se retiran y a las dos horas vuelven a aparecer», añadió. Son conductas que «por muchos empleados que haya no hay forma de atajar».

No obstante, la partida para la limpieza viaria ha crecido. ¿A qué se ha dedicado? A actualizar el gasto con el IPC y ampliar el servicio a los barrios nuevos, con 20 trabajadores, en Valdespartera o Parque Venecia.