El Salud sustituirá las polémicas torres de refrigeración del Clínico de Zaragoza, en las que se originó el brote de legionela en junio, por un sistema más seguro, que se nutrirá de agua del subsuelo y que funcionará mediante un circuito cerrado, minimizando al máximo el riesgo ante esta bacteria. La puesta en marcha de este novedoso mecanismo, que podría estar listo a final de abril, costará unos 780.000 euros, según explicó ayer el gerente del Salud, Antonio Brun.

La única duda es si el subsuelo del hospital cuenta con el caudal necesario para nutrir la instalación, que precisa extraer 300 metros cúbicos por hora desde 26 metros de profundidad. Los estudios previos estiman que el aforo de agua es suficiente. Pero sólo las prospecciones sobre el terreno, que empiezan hoy, podrán certificar la viabilidad de la idea.

Si no lo fuera, el Salud optaría por una fórmula mixta, según añadió Brun, que compareció junto su director de Obras, Francisco Muñoz, el director del hospital, Sebastián Celaya, y su subdirectora de gestión, Pilar Barba. Se trataría de un mecanismo híbrido entre el elegido y otro que combina aire y agua y que ya se contempló entre las cinco posibles opciones que el Salud barajó para sustituir las torres de refrigeración.

La primera de ellas proponía la mejora del sistema actual, pero se descartó porque no permitía introducir las novedades que se han desarrollado en los últimos diez años (tiempo de vida de las torres afectadas por el brote). La segunda opción planteaba un sistema de aero-refrigeradores, que exigía demasiado espacio. También se barajó el empleo de torres híbridas, que reducía los riesgos, pero no lo suficiente. Un cuarto sistema (el citado híbrido de aire-agua) ocupaba mucho espacio e incrementaba la contaminación acústica. Al final, el comité de expertos se decantó por la quinta opción, porque al ser un sistema cerrado, no produce aerosoles (mecanismo para la transmisión de la bacteria, que usa el agua como vehículo) y resulta así el más seguro y, además, el que más minimiza el nivel de ruido.

De momento, este sistema sustituiría a las dos torres afectadas por el brote, aunque en el futuro podría desbancar al resto de estas antiguas instalaciones en el hospital y en toda la red del Salud.

OTROS TEMAS Durante su comparecencia, Brun comentó el estado de la petición lanzada por la DGA al Gobierno central para que se endureciera la legislación sobre prevención de legionela, iniciativa que, según dijo "se ha visto con buenos ojos" en Madrid. El gerente del Salud se refirió asimismo al último informe de José Luis Ansón, nefrólogo del Clínico, sobre el estado del agua del hospital durante el brote de legionela, información que publicó ayer EL PERIODICO. Brun aseguró que su equipo estudiará el documento a fondo, pero adelantó que no ha hallado "datos consistentes" en otros informes enviados por este médico.