Las relaciones entre la Consejería de Educación y los sindicatos del sector se caldearon ayer aún más. Primero fue la modificación del calendario escolar del curso que viene (con un adelanto considerable del inicio de las clases y un cambio sustancial de las vacaciones de Semana Santa) y ahora unas novedades en el proceso de adjudicación de vacantes para el profesorado sin plaza fija que no han gustado a las centrales y que provocaron que abandonaran desairados la reunión en la que la Administración les comunicó los pormenores del nuevo sistema.

Respecto al conflicto del calendario escolar, alrededor de 400 profesores se concentraron ayer en la plaza España de Zaragoza para exigir a la Consejería de Educación que no apruebe definitivamente la planificación que ha hecho para el curso que viene. Los docentes creen que la DGA se ha plegado a las presiones de las asociaciones de padres, que prefieren que las vacaciones de Semana Santa sean de Lunes Santo a Lunes de Pascua. Así lo considera CCOO, que acusó a Fapar, la federación de padres mayoritaria en la escuela pública, de tener "una voracidad incontrolada por aumentar el número de horas y días lectivos".

Sobre la adjudicación de las plazas docentes vacantes, Educación ha decidido informatizar este proceso para hacerlo más ágil y evitar así los actos públicos que se celebraban hasta ahora. Fuentes sindicales reconocieron a este diario que esta novedad es beneficiosa para la Administración, que gestionará mejor la distribución de las plazas, pero consideran que es peor para los interinos y están molestos con las formas. "No hay negociación. La consejería está tomando medidas sin consultar con los sindicatos", alegan.